Casa museo de Mark Twain sufre robo millonario

La delincuencia existió siempre en todos los ámbitos y, a esta altura, es imposible erradicarla del planeta. Lo que sí cambió al respecto es la forma de cometer los delitos ya que no sólo son cada vez más violentos sino que también son impactantes por sus despliegues y escenarios elegidos.

Ahora, por ejemplo, ni la cultura se salva de sufrir pérdidas porque existen seres como Donna Gregor que están dispuestos a todo con tal de enriquecerse y concretar sus repudiables planes.

Donna Gregor, dicen por estas horas numerosos medios de comunicación, es una mujer de 58 años de edad que se declaró culpable de fraude y de presentar una declaración de impuestos falsa, dos infracciones que esconden en su caso un delito más grave: el de haber robado un millón de dólares de la casa museo del afamado escritor estadounidense Mark Twain.

Según recoge la agencia AFP, esta mujer trabajó varios años en el lugar y, para llevar a cabo su propósito, manipuló el dinero de su empleador para quedarse con fondos que no le correspondían.

Ella misma confesó que destinó la millonaria suma a pagar tarjetas de crédito, mantener un automóvil y darse gustos personales como salir a cenar y disfrutar espectáculos teatrales y ahora debe enfrentar consecuencias aterradoras como lo son una pena máxima de 23 años de prisión y una multa que podría ascender hasta los dos millones de dólares.

Al trascender este hecho que afecta de forma directa a un patrimonio cultural que mantiene vivo el recuerdo de un gran exponente del mundo de las letras muchos se han indignado, pero otros han sido más creativos y apelaron al legado de Twain para imaginar cuál hubiese sido su reacción ante el robo. ¿Qué surgió de ese experimento? Pues el rescate de una máxima inspirada en el crimen que permite suponer que al autor no le hubiese parecido tan grave el asunto ya que él llegó a decir: «Al cometer un delito se aprenden los verdaderos valores. Cometa todos los delitos, familiarícese con todos los pecados, rótelos (sólo hay unos 2.000 o 3.000), aférrese a ellos, cometa dos o tres cada día y poco a poco estará impermeabilizado contra ellos».