Ex narco colombiano es ahora un exitoso autor

Hasta hace unos años, nadie hubiese imaginado que el colombiano Andrés López López, quien décadas atrás supo liderar el cártel del Norte del Valle, se alejaría del narcotráfico. Tampoco se perfilaba como un escritor exitoso.

Sin embargo, en 2001, López López decidió entregarse a la DEA estadounidense como testigo protegido y, a partir de allí, optó por cambiar su estilo de vida. Los nuevos rumbos adoptados le permitieron descubrir a la literatura como medio para contar su experiencia como narcotraficante. Gracias a ello, hoy en día este colombiano logró convertirse en el escritor más leído de su país y ya se encuentra preparando otro libro, esta vez, sobre la presencia femenina dentro del universo narco.

«No me vanaglorio de todo lo que hice, sino todo lo contrario», aseguró el creador de «El cártel de los sapos» ante la agencia DPA antes de aclarar que utiliza la escritura como medio para «exorcizar» sus demonios y ganarse la vida, y no para reivindicar al narcotráfico. «Por lo último que escribiría sería para engrandecer la figura del narco, eso no lo haría nunca más», aseguró desde Miami.

En «El cártel de los sapos», cita La Gaceta, López López revela detalles del cártel del Norte del Valle, uno de los más poderosos del mundo. De esta forma, el libro deja al descubierto la despiadada lucha por el dinero, el poder y las mujeres, las conspiraciones, las venganzas y hasta las traiciones surgidas en ese ambiente.

Aunque él ya haya conseguido dejar atrás esa vida de droga y violencia, el narcotráfico es un negocio mundial que está lejos de desaparecer. Por ese motivo, el colombiano cree que, para evitar la tentación, es necesario educar y concientizar a los jóvenes. Citado por El Economista, López López aseguró al respecto que «cuando la sociedad vive en el desempleo y en la falta de oportunidades, encuentra en la bacteria del narcotráfico la única manera de salir». Por eso, insistió el flamante escritor, es importante que las familias formen a sus hijos con principios sólidos y buena educación ya que, «a la larga, son los que nos pueden hacer un buen ser humano».