Hay una canción del argentino León Gieco cuya letra está compuesta por palabras que utilizan sólo una vocal: la O. “Ojo con los Orozco” es el nombre del tema en cuestión, que incluye frases como “Nosotros no somos como los Orozco, yo los conozco: son ocho los monos” o “Yo pongo los votos solo por Rodolfo, los otros son locos”.
El pequeño experimento de Gieco dio sus frutos y la canción se hizo muy conocida. En Rusia, el escritor Nikolái Kultiápov ha ido mucho más lejos con sus juegos lingüísticos.
Este autor ya figura en el Libro Guiness de los Récords, al publicar un libro de 16.000 palabras donde todas las palabras comienzan con O. La traducción al castellano de dicha obra hace que pierda la gracia: “La isla de Olga”. Este libro se encuentra presente en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y en la biblioteca personal del presidente ruso, Vladimir Putin.
Sin embargo, Kultiápov va por más y anunció que espera volver a ser parte del Guiness, al publicar una novela de 40.000 palabras que comienzan todas con la letra P. Entre las características de este texto, se destaca que las palabras no se repiten más de una media de cuatro veces.
Kultiápov, un ex coronel del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), ha trabajado durante cinco meses en este libro, cuyo título en castellano es “Las aventuras del soldado de infantería Pavel Petrov”.
Los lingüistas afirman que este tipo de trabajos no tienen grandes secretos, algo que fue admitido por el propio escritor: “Es posible, de hecho, escribir un texto en el que las palabras comiencen todas por la misma de cualquiera de las letras del alfabeto ruso”, señaló.
Esto es viable gracias a las características propias del idioma ruso, donde no existen los artículos. La tarea se dificulta en cualquier otro idioma, sobre todo en las lenguas orientales con sus pictogramas.
Además de estos experimentos, Nikolái Kultiápov ha escrito novelas policiales y ha presentado antologías de aforismos y chistes.
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