Más de setenta obras procedentes de distintos puntos de España y países como Estados Unidos, Argentina y Polonia intentaron sobresalir e impactar a un grupo de expertos para ser recompensadas con el Premio de Poesía Antonio Gala, pero sólo una cumplió el objetivo: «Cielos quemados».
Este poemario pertenece a Pablo Guerra, un escritor argentino licenciado en Filología Hispánica que quedará en la historia de este galardón que ya va por su quinta edición debido a que es la primera vez que el reconocimiento se otorga a un autor que no es de nacionalidad española.
Según se pudo saber, Antonio Garrido, Manuel Salinas, Rafael Porras, Antonio Hernández e Ignacio Caparrós decidieron por unanimidad recompensar la labor de Guerra y marcar la excepción del «extranjero premiado» ya que descubrieron en él una extraordinaria capacidad artística y una inmensa creatividad que se tradujo en un «poemario repleto de méritos, el cual está marcado por una voz muy personal de gran fuerza lírica y caracterizado por un texto breve que busca el equilibrio entre un sentimiento desgarrado y a la vez sereno».
Como si ello no resultara suficiente para captar la atención del lector, dejó saber Ideal.es, el jurado resaltó en su fallo que esta opción de lectura posee huecos semánticos que invitan a que cada persona que descubre la obra confeccione una mirada personal y única sobre ella.
Desde el punto de vista de los intelectuales que asumieron la responsabilidad de hallar un ganador para el Premio de Poesía Antonio Gala que suele convocar el Ayuntamiento de Alhaurín El Grande (Málaga), todas las particularidades que se advierten en «Cielos quemados» permiten suponer que, cuando se ofrezca en el mercado, se abrirá una brecha importante «en el panorama actual literario» ya que se trata de un libro «muy novedoso y original», tal como recoge ElMundo.es.
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