El debate sobre la propiedad intelectual y la piratería no es nuevo, pero cada vez se vuelve más intenso. Por un lado, aparece una gran masa de consumidores que pide libre acceso a los contenidos, sobre todo a través de Internet. Por el otro, numerosos creadores (escritores, músicos, cineastas) sienten que les roban sus obras y exigen ser remunerados por su trabajo, como ocurre con cualquier otra persona.
Claro que también hay usuarios dispuestos a pagar por los libros, las películas y los discos, y artistas que aceptan compartir su esfuerzo sin pedir dinero a cambio. En este último grupo nos encontramos al brasileño Paulo Coelho, uno de los escritores con más ventas de libros en todo el planeta.
El autor de «El alquimista» participó en Berlín del evento conocido como Campus Party, que reúne a expertos en tecnología y al público interesado en el sector. Durante su disertación, Coelho afirmó que la sociedad debería «compartir» contenidos, y no «controlarlos». El brasileño se refirió a la industria editorial y afirmó que no se puede tratar de «frenar algo que es imparable», recoge Télam.
Coelho comparte contenidos gratuitos en su sitio web desde 2005, brindando la posibilidad de descargar algunos textos sin cargo. Él asegura que esta iniciativa le permitió incrementar las ventas de sus libros impresos. Un análisis un poco más amplio, sin embargo, nos permite advertir que, por aquellos años, Coelho ya era un escritor multimillonario que no dejaba de sumar ingresos por obras como «La quinta montaña», «Manual del guerrero de la luz» o «Verónika decide morir», entre muchas otras.
¿Qué actitud hubiese tomado Coelho si, en 2005, no tenía su futuro económico asegurado? ¿Regalaría su trabajo por Internet sin tener la garantía de que millones de lectores comprarán, de todas formas, sus libros impresos? O pensado de otra forma: ¿podría Coelho repartir gratis sus obras y seguir escribiendo si no tuviera dinero ni sería un escritor famoso?
Consultado sobre la posibilidad de sufrir un robo de ideas al publicar material sin derechos de autor, el brasileño mostró su optimismo y sostuvo que los creadores originales siempre terminan «imponiéndose», reproduce La Vanguardia.
Coelho, por supuesto, puede ser un firme defensor del intercambio gratuito de obras intelectuales. También es válido (y necesario) que se debatan nuevos modelos de negocio, para que la industria cultural sea sostenible y los autores puedan obtener sustento material por su trabajo sin entrar en conflicto con los nuevos hábitos de consumo. Lo que parece evidente es que, con varios millones en la cuenta bancaria y un gran apoyo por parte de empresas, editoriales y medios de comunicación, regalar algunos capítulos de sus obras por Internet no resulta tan revolucionario.
Links relacionados:
https://vozyarte.blogspot.com.ar/2012/08/paulo-coelho-pide-editoriales-aceptar.html
Comentarios2
El artículo es muuy interesante para abrir un debate universal, pues la inversión intelectual es el consumo de la propia vida...¿Es justo regalarla? ¿Con qué recurso se publicarían las obras si se las regala todas? De dónde se tendría ésos recurss para publicar si fueran para regalar? Nadie lo haría, naturalmente sino sólo los que son millonarios y encima tienen el corazón generoso, pero...¿Existen ricos filantrópicos? No conozco a ninguno. Paulo Coelho dice eso porque él es millonario por sus libros, pero al comienzo acaso los regaló? ¿Qué dirán los que sueñan en publicar un libro y nunca pueden por falta de recursos? Ése es el tema. Gracias por la información.
Es verdad, Elsy. Hay muchos puntos para debatir sobre el tema. Ojalá la distribución de contenidos culturales se siga masificando, pero garantizando que los creadores puedan recibir una remuneración que les permita continuar con su trabajo. ¡Saludos!
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