El escritor alemán Günter Grass es eje de una polémica en Gdansk, su ciudad natal (antiguamente Danzig). Es que, con motivo de su 80º cumpleaños, se le ha organizado un gran festejo que no es visto con buenos ojos por varios de los pobladores. Cabe recordar que Grass confesó el año pasado su experiencia como miembro del ejército nazi.
El gobierno de Gdansk, ciudad que hoy es parte del norte de Polonia, destinó 100.000 euros para la realización de conciertos, obras de teatro, exposiciones artísticas y conferencias durante tres días como anticipo del 16 de octubre, día en que el escritor cumple 80 años. “Grass ha perdido el respeto de polacos y alemanes desde que reveló su pasado”, afirmó Kazimierz Koralewski, un miembro del partido Ley y Justicia. “Es una inmoralidad destinar semejante suma de dinero a este evento”, agregó.
El Premio Nobel 1999 confesó en su autobiografía “Pelando la cebolla” que, en su juventud, estuvo “deslumbrado” con el nazismo. Sin embargo, el partido liberal Plataforma Ciudadana que gobierna Gdansk no ha tomado esto en cuenta para realizar el reconocimiento al literato.
El autor de “El tambor de hojalata”, por su parte, se mostró agradecido con su ciudad natal por la “tolerancia y franqueza” demostrada hacia su persona. Grass es considerado una figura central en la reconciliación entre alemanes y polacos tras la Segunda Guerra Mundial.
Entre los actos previstos para el homenaje, se desarrollará un debate sobre la relación entre estos dos países, con la participación del propio Grass junto a los ex presidentes Richard von Weizsäcker (Alemania) y Lech Walesa (Polonia).
En el acto inaugural de estos tres días de festejo, Grass leyó un fragmento de su libro “Mi siglo”, donde describe como, en diciembre de 1970, el ex canciller alemán Willy Brandt se arrodilló ante el monumento en memoria al gueto de Varsovia.
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