Una reunión desarrollada en Burgos, específicamente en el Palacio de la Isla, le permitió al jurado del Premio de la Crítica de Castilla y León resolver a quién recompensar con este estímulo que ya va por su vigésima edición. Se lo concedieron a Violeta Gil, una autora nacida en Segovia en 1983 que sobresalió con una propuesta titulada “Llego con tres heridas”.
Se trata de una novela editada por Caballo de Troya que está clasificada como de autoficción. Hay en ella espacio para abordar desde la vida hasta la muerte, sin pasar por alto al amor, a los silencios ni a la memoria. Su contenido deja al descubierto las vivencias de una mujer que termina despidiéndose de un hombre, su progenitor, que prácticamente fue un desconocido para ella a pesar de haber sido clave en su llegada al mundo. A medida que se avanza en la lectura se entra en contacto con tres generaciones de una familia con secretos y heridas.
Carlos Aganzo, actuando como portavoz del comité evaluador de este galardón que se instituyó en 2003 y está impulsado desde el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, remarcó que es un relato propio de la actualidad. Es compatible con una época en la cual se palpa tanto una “fractura” a nivel personal como lo más profundo del “dolor”. Hay en su extensión una considerable “carga poética”, agregó.
Según se ha comunicado oficialmente, la deliberación giró entre premiar el trabajo de Violeta Gil o alguna de las siguientes publicaciones: “Solo triste de oboe” (Yolanda Izard), “Liturgia de los días (Un breviario de Castilla)” (José Antonio Martínez Climent), “Tratados de armonía” (Antonio Colinas), “Redención” (David Refoyo), “Algo tendrá que ver el cine” (Ezequías Blanco), “Tostonazo” (Santiago Lorenzo), “Parte de lesiones” (María Velasco), “La belleza de lo pequeño” (Tomás Sánchez Santiago) y “Facendera” (Óscar García Sierra).
Links relacionados:
https://www.elenanorabioso.com/2022/05/resena-critica-facendera-oscar-garcia-sierra/
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.