La XX edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana ha tenido como protagonista a Fina García Marruz, la talentosa poetisa cubana que fue elegida en esta oportunidad entre 56 candidatos para quedarse con este galardón convocado en conjunto por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca.
En palabras de su colega Francisco Brines, esta autora que nació en La Habana en 1923 ha sido la «antorcha» del afamado grupo cubano conocido como «Orígenes» (movimiento del cual sólo queda viva la flamante ganadora del Premio Reina Sofía), mientras que Luis Antonio de Villena se mostró maravillado por el perfil «secreto» que ha logrado desarrollar esta mujer que se dio a conocer por sus obras y no por frecuentar eventos o exponer su intimidad.
«Ninguno de nosotros la conoce personalmente», reconoció este integrante del jurado que no dejó de resaltar su cualidad de «personaje un poco secreto de la poesía cubana». Desde su punto de vista, García Marruz merece ser recompensada con este estímulo que premia los aportes de un escritor vivo al patrimonio cultural de Iberoamérica y España por haber elaborado a lo largo de su trayectoria numerosos versos «de gran finura y espiritualidad» que, en varias ocasiones, evidenciaron una «exaltación política o social».
Como recordará más de un aficionado a la literatura, Fina García Marruz es responsable de propuestas como «Las miradas perdidas», «Visitaciones», «Poesías escogidas», «Créditos de Charlot», «Los Rembrandt de l»�Hermitage», «Viejas melodías» y «Habana del centro».
Su labor, antes de conseguir el privilegio de recibir los 42.100 euros que forman parte del Premio Reina Sofía, había sido realzada por medio de distinciones como el Premio Nacional de la Crítica, la Orden Alejo Carpentier, la medalla Fernando Ortiz, la medalla del 30 Aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba y el Premio de Poesía Pablo Neruda.
Link relacionado:
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.