Una muerte siempre genera dolor. Los seres queridos de aquel que parte deben atravesar el inevitable duelo y habituarse, de una forma u otra, a su ausencia física. Cuando el fallecimiento se produce a avanzada edad, al menos, queda el consuelo de saber que se marcha alguien que ha disfrutado de una vida extensa.
La Concejalía de Turismo de Íscar informó ayer el deceso de la escritora Primitiva Manso, acontecido en Madrid. La doctora en Filosofía y Letras, que cursó sus estudios en la Universidad Complutense de la capital española, tenía 90 años de edad.
Manso vivió durante más de tres décadas en Venezuela. En la nación sudamericana, se licenció en Letras Hispánicas por la Universidad del Zulia y ejerció la docencia. Al regresar a España en 1983, se afianzó como autora de ensayos filológicos.
Su primera novela, titulada «La Villa de Erza», fue publicada recién en 2000 pero le valió un gran reconocimiento. La historia se basa en acontecimientos reales y transcurre en la zona de Íscar durante el siglo XVIII. La autora, comenta Europa Press, se encargó de narrar el conflicto entre el Tribunal de la Santa Cruzada de Segovia y la familia Mendoza y Salazar por una herencia que la Iglesia se apropió de manera indebida.
Otras obras publicadas por Manso fueron «El neorrealismo en Oswaldo Trejo» y «Problemas sintácticos del castellano llevados al modelo transformativo», que forman parte de su legado de estudios de filología.
La escritura fue muy amiga de su prima Mariemma, la famosa coreógrafa y bailarina fallecida en 2008. El Norte de Castilla recuerda que Manso estuvo entre las impulsoras del Museo Mariemma, trabajando en conjunto con el Ayuntamiento de Íscar.
Gracias a sus ensayos, sus libros y a esta entidad museística en homenaje a su amiga, Manso será recordada por siempre en el municipio de Íscar, pero también en otras regiones de Valladolid, España y el mundo.
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