En pocos días más, los aficionados a la literatura que deseen conocer y mantener vivo el recuerdo del escritor argentino Roberto Santoro tendrán la posibilidad de visitar en el Museo de Arte y Memoria ubicado en la ciudad bonaerense de La Plata una muestra inspirada en la figura del destacado poeta que, en 1977, fue secuestrado en el marco de la dictadura militar.
La exposición, que ha sido bautizada como «Santoro, la palabra jugada», permite apreciar algunos originales de sus obras, contemplar las primeras ediciones de muchos de sus libros y admirar diversos cuadros y fotografías.
Según comentaron sus organizadores, el propósito de esta iniciativa es «ofrecer un acercamiento a la obra, la vida y la militancia de Santoro» para, de este modo, contribuir a la «discusión de nuestra historia reciente» y promover reflexiones sobre el rol del arte en la sociedad.
Aunque cualquier persona es bienvenida en esta muestra, la propuesta está dirigida a aquellos estudiantes secundarios y/o universitarios que sepan poco y nada acerca de este poeta donde, según señaló Juan Bautista Duizeide, uno de los impulsores del proyecto, «confluyen la poesía social con los rasgos experimentales y la música, así como un acercamiento a lo popular a través del fútbol, el billar o el tango».
Por todo lo que generó y logró en vida este autor nacido en Buenos Aires el 17 de abril de 1939, destacan desde Terra, Duizeide considera que el creador de títulos como «Pedradas con mi patria», «Literatura de la pelota», «En esta tierra lo que mata es la humedad», «Poesía en general» y «Lo que no veo no lo creo» puede servir de ejemplo para los artistas más jóvenes por «su voluntad de intervención político-artística, su capacidad para generar, aún en condiciones muy difíciles, colectivos artísticos y su uso exhaustivo de los recursos técnicos disponibles».
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https://poesiadelmondongo.blogspot.com/2010/06/roberto-santoro.html
Comentarios1
Roberto Jorge Santoro, un genio de la literatura argentina, que puso lo que hay que poner en el verdadero sentir de las letras, comprometido con el buen decir y el verbo popular, fué un fiel exponente de nuestra idiosincracia relatando con tanto talento los sucesos de la época nefasta.
Una calidad excepcional, leerlo es encontrarse con la buena poesía, con "la de verdad". Aquí transcribo un hermoso poema, que pinta su estilo maravilloso.
CANTO A LA ESPERANZA
"Andaba yo desnudo de mí
perdido en la lluvia del olvido,
de barco navegando por las plazas,
dormido el pecho,
su gorrión descalzo
y tuve que llevarte a la palabra,
ponerte en posición de vuelo,
a veces de bufanda
rueda azul
andaba
te seguía
mi muerte con su forma de guitarra
y tuve que ponerla en la memoria
como se pone un hijo
con esa rabia dulce
mitad de mí
agua del aire
andaba así
de loco en el olvido
de furia que quiere reventar por el costado
y un día de tanto nombrarla
la encontré,
se la llevé a mi madre,
la puse en el saludo,
la compartí como un pan con mis amigos,
la arrastré hasta. el remolino del amor
allí donde los ríos tienen un mismo nombre,
para que entendiera de una vez por todas
que era nuestra,
para que nunca se olvidara de este país enorme,
de esta ciudad,
su ternura abandonada en los portales,
le dije algunos versos,
le puse el corazón como una hoguera,
me la bebí de cabo a rabo,
le enrosqué la cola en mi solapa,
me di el gusto de agarrarla de la mano
y hoy la traigo aquí,
pero si un día se llega a volar porque fallamos
si se escapa esta rabia que llamamos esperanza,
si un día se va,
yo crucifico al amor
y después. de enterrar a mis hermanos,
me voy con el tranvía de la muerte
a clausurar mi corazón en una plaza."
UN GENIO QUE LOS MILICOS ACALLARON, OBVIAMENTE.
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