En este 2016, por cumplirse cien años del fallecimiento del escritor nicaragüense Rubén Darío, son varios los países que han puesto en marcha iniciativas para honrar su figura y enaltecer su legado. En Poemas del Alma ya informamos tiempo atrás sobre la velada musical centrada en su figura que tuvo lugar en Costa Rica así como también sobre los eventos en Argentina y Estados Unidos, entre otras naciones, pero las actividades se renuevan y aparecen tributos dignos de difundir.
Ayer, por ejemplo, la embajada de Nicaragua en suelo francés recordó al escritor con una ceremonia que concluyó con una ofrenda floral, de acuerdo a datos recogidos por TelesurTV.net.
En ese marco, la embajadora Ruth Tapia elogió a Darío por haber logrado revolucionar el “arte poético” en lengua española, haber dejado valiosos aportes literarios y por haber conseguido una obra universal. También, informó la agencia Prensa Latina, hizo hincapié en el estrecho vínculo del autor con la capital francesa, una ciudad que visitó con frecuencia. Por su parte, el poeta Luis Alberto Crespo que representa a Venezuela como embajador ante la UNESCO, valoró el talento de Darío para transformar a América Latina en un “lugar universal” a nivel lingüístico.
Hoy, en tanto, será la XII Feria Internacional del Libro de Panamá el escenario desde el cual se sumará un homenaje hacia el denominado “Príncipe de las Letras Castellanas”. En esta oportunidad, será el periodista, político y escritor nicaragüense Sergio Ramírez quien renueve el interés general por la vida y obra de su colega y compatriota a través de una charla bautizada como “Centenario de la muerte de Rubén Darío”. Cabe recordar que, meses atrás, Ramírez brindó una entrevista en la cual aseguró que no es suficiente hablar o visitar rincones asociados con Darío sino que hay que conocer y leer sus textos, un objetivo que se lograría haciendo una “edición masiva” de sus trabajos comercializada a “precios modestos” para dejar instalado a este poeta “en las casas de los nicaragüenses”, tal como reprodujo Milenio.
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Comentarios1
Pronto habrá que celebrar el Centenario de la Muerte de la Poesía, no sólo de Rubén Darío. La Muerte de Poemas del Alma y del Alma sin Poesía. El centenario de la muerte de la Pintura ya está a la vuelta. Otros 30 años más y ya podremos celebrarlo. Ni “precios modestos” ni “ediciones masivas”. ¿En qué mundo vivís? Además, yo no quiero celebrar muertes, porque celebrarlas es osificarse. Quiero oxigenar el castellano, pero el aire contaminado me lo impide. Me pican los ojos y no puedo leer bien. Necesito anclar las palabras pero ya no hay libros que estén a la altura. Las nuevas generaciones degeneradas por la selfología ignoran el misterio de la palabra. Además se requiere haber pasado momentos muy significantes para poder sentir a Darío. ¿Cuántos españoles se han puesto a leer El Quijote durante su centenario?
En ninguna parte se encuentra un cielo tan rico en constelaciones literarias como en Argentina, pero hoy día las masas allá están embrutecidas, obsesionadas por el look y operarse las tetas, los testículos y todo el aparato digestivo por tanta carne que ingieren. Las palabras muertas, que Rimbaud y mucho después Mayakovski y Roque Dalton repudiaron - al igual que los cadáveres - ya no se descomponen con tanta facilidad, gracias a los conservantes, los antibióticos, las hormonas y otras infamias del mercado. El sólo hecho de poseer una libreta y un bolígrafo no justifica que pasemos los días escribiendo delante de un espejo. Cierta lectura es un largo embrutecimiento.
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