Las campañas de promoción de la lectura se repiten con frecuencia en numerosos rincones del mundo, algunas con resultados más favorables que otras. Por estas horas, por ejemplo, ha ganado trascendencia a escala internacional una iniciativa nacida en el municipio rumano de Cluj-Napoca que, seguramente, podría implementarse con gran éxito en todos los países.
Según reproducen medios como El Ciudadano, por impulso del alcalde Emil Boc se puso un marcha una serie de beneficios económicos para promover el interés por los libros que ha sorprendido por el alcance logrado.
Durante cuatro días, por ejemplo, los pasajeros de trenes, autobuses y metro que disfrutaran el hábito de la lectura durante su recorrido en transporte público pudieron viajar gratis. Como refuerzo de esta estrategia, también surgió en Cluj-Napoca el “Bookface”, tal como se ha bautizado el plan de promoción de la lectura vía red social. La idea es que los usuarios de Facebook exhiban la imagen de un libro en su perfil: a cambio, se los hace merecedores de múltiples descuentos para acceder a diversos productos y servicios.
Sin dudas, son dos acciones fuertes capaces de causar impacto y llegar a muchos sectores de la población. Es cierto que el hecho de conseguir una rebaja o acceder a viajes sin cargo es incentivo suficiente para que, en poco tiempo, se multiplique el número de lectores dentro de una región o ciudad. De todas maneras, en todo país hay que apostar por políticas culturales a largo plazo y ofrecer el marco adecuado para que la lectura no sea una moda o una actividad realizada a desgano solo por obtener un premio: el disfrute de un libro tiene que ser una acción placentera a toda edad, un hábito que nadie imponga sino que se elija a cada etapa de la vida por brindar al mismo tiempo enseñanzas y entretenimiento.
Link relacionado:
Comentarios1
Lo importante es lograr el objetivo, después puede convertirse en un placer.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.