Sarah Kirsch muere en Alemania

La literatura alemana atraviesa, por estas horas, un doloroso momento. La muerte y la vida son dos caras de la misma moneda y forman parte de lo natural pero, cuando la primera hace su aparición, resulta casi imposible no sentir desconsuelo.

Ayer trascendió el fallecimiento de la poeta Sarah Kirsch, considerada como una de las escritoras contemporáneas más importantes de Alemania. La muerte se produjo el pasado domingo 5 de mayo, aunque se mantuvo en reserva todo este tiempo.

El anuncio fue realizado por la editorial Deutsche Verlags-Anstalt. Kirsch, que tenía 78 años de edad, batalló contra una “larga enfermedad”, según informa Milenio.

El nacimiento de Kirsch se produjo en Limlingerode en 1935. Su nombre real era Ingrid Hella Irmelinde Bernstein aunque, como una manera de apoyar al pueblo judío y para repudiar al nazismo, decidió llamarse Sarah y usar el apellido de su marido desde mediados de la década de 1960.

Disconforme con la situación social y política de su país, dividido desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial, se instaló en la región norteña de Alemania a fines de los ’70, en una zona bastante aislada donde permaneció hasta su fallecimiento, siempre alejada de los acontecimientos públicos y casi sin contacto con la prensa.

Autora de “Spreu”, “Allertei-Rauh” y “Katzenleben”, entre otras obras, Kirsch obtuvo en 1996 el galardón literario más importante de su tierra natal: el Premio Georg Büchner, que otorga la Academia de Lengua y Letras. Ésta no fue la única distinción que obtuvo a lo largo de su carrera, ya que también recibió el Premio Johann-Heinrich Voss y el Petrarca-Preis, resalta El Universal.

Aunque se hizo reconocida por sus poemarios, Kirsch también escribió crónicas y otras obras en prosa. Además tradujo libros infantiles al alemán, en otro de sus valiosos aportes a la cultura de su país.

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