Por primera vez en su extensa trayectoria, el cantautor cubano Silvio Rodríguez actuó en El Salvador. El inédito concierto, de dos horas y media de duración, le permitió homenajear a su amigo, el poeta desaparecido Roque Dalton (a quien conoció cuando éste se encontraba exiliado en Cuba).
“No puedo comenzar este concierto sin decir que lo quiero dedicar desde lo más profundo de mí a Roque”, expresó emocionado. Dalton fue asesinado el 10 de mayo de 1975 por sus propios compañeros revolucionarios y su cadáver nunca fue encontrado.
El artista aprovechó también para dedicar su legendaria canción “Unicornio azul” al pueblo salvadoreño. Cabe recordar que, en el pasado, Rodríguez relacionó el tema con Dalton y su hijo Roquito, también desaparecido cuando combatía junto a las fuerzas guerrilleras.
La lista de canciones del concierto incluyó además otros clásicos, como “Ojalá”, “Canto arena”, “Playa Girón”, “La canción del elegido” y “Días y flores”, que fueron aplaudidas por los más de 12.000 asistentes que pudieron escuchar por primera vez en vivo al cantante, prohibido durante años por los regimenes militares. El cantautor Vicente Feliú y el grupo Trovarroca también fueron parte del espectáculo.
Rodríguez fue nombrado Huésped de Honor por la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjívar, quien le entregó las llaves de la ciudad.
Consultado acerca de la llegada de Raúl Castro a la presidencia de Cuba, Silvio Rodríguez consideró que se trataba de algo “lógico, no porque fuera el hermano de Fidel, sino porque es un revolucionario con una trayectoria que lo faculta para desempeñar ese cargo”.
Roque Dalton García, el poeta y guerrillero homenajeado, nació el 14 de mayo de 1935. Tras lograr escapar de la cárcel de Cojutepeque, donde se encontraba detenido por su oposición al gobierno militar de El Salvador, vivió en México, Checoslovaquia y Cuba (donde entabló amistad con Rodríguez).
“La ventana en el rostro”, “El turno del ofendido”, “Pobrecito poeta que era yo…”, “Taberna y otros lugares” (que obtuvo el Premio Casa de las Américas en 1969), “Poemas clandestinos” e “Historias prohibidas del pulgarcito” son algunas de sus principales obras.
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Aquí entramos en el abismo de la poesía retórica e ideológica. Un poeta cobarde que le rinde homenaje a un poeta autentico. Silvio Rodríguez nunca tuvo el valor de denunciar al gobierno totalitario de los hermanos Castro, que envió a los campos de concentración a sus mejore poetas y escritores, entre ellos Virgilio Piñera, Lezama Lima y Reynaldo Arenas, no tanto por ser homosexuales, sino por ser disidentes y para eso se necesita valentía.
De ¿qué sirve la poesía o las canciones de protesta si sus autores son cobardes? A Reynaldo Arenas le costó el trágico exilio después de cárcel y mucha represión y a Virgilio Piñera la muerte en manos de la Seguridad del Estado Cubana. El sellado de su ataúd se está resquebrajando bajo esa masa incandescente y corrosiva, extremadamente tóxica, conocida como mística revolucionaria.
Lezama Lima murió de pena moral por su soledad y marginación. Roque Dalton fue asesinado precisamente por denunciar los abusos internos del FMLN. De ¿qué sirve el homenaje de un cantante cobarde? La revolución cubana es como un monstruo incubándose dentro de un enorme sarcófago de mitos construidos por todos aquellos revolucionarios de almanaque anacrónicos.
Casualmente, Roque Dalton fue declarado persona non grata en Cuba por otro poeta cobarde que había nacido en Barrio La Víbora: Roberto Fernández Retamar (director de la Revista Casa de Américas). Dalton nunca volvió a Cuba, puesto que Retamar también fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y miembro del Consejo de Estado. Mientras que Roque Dalton renunció a todos los cargos que otorgan poder político. Esa es la diferencia entre un poeta autentico y un cobarde. “Bien y ahora quién / nos liberará / de nuestros liberadores?” N. Parra
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