Starbucks, la reconocida cadena internacional de café que cuenta con numerosos locales en diversos rincones del mundo, no sólo se limita a deleitar con sus productos a sus más fieles clientes, sino que sus autoridades también se preocupan por cuestiones solidarias que permiten, de una forma u otra, beneficiar a la sociedad.
Al menos, esa es la conclusión que surge al conocer detalles del compromiso que, en los últimos días, asumió la firma en España con el propósito de colaborar en una campaña madrileña que tiene como fin brindar soporte social y educativo a las familias que carecen de medios para formar y contener a sus hijos durante el receso escolar o una vez concluida la jornada educativa.
En el marco del plan «Quedamos al salir de clase», los responsables de Starbucks han entregado, durante una ceremonia que tuvo lugar en el colegio Nuestra Señora de la Almudena de Madrid, 700 libros que les permitirán a cerca de mil niños cultivar el hábito de la lectura.
Desde el punto de vista de Concepción Dancausa, la delegada del Área de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento, esta donación constituye «un regalo estupendo» porque estas obras garantizarán que, además de divertirse, los pequeños que integran este programa puedan enriquecer sus conocimientos.
Por su parte, el director general de Starbucks, Álvaro Salafranca, se mostró orgulloso y satisfecho por este acto solidario porque, según dijo, al desarrollar este tipo de iniciativas «se recibe más de lo que se da». El directivo, además, agradeció el respaldo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, una entidad que ayudó a Starbucks a elegir los títulos de los 700 relatos que fueron obsequiados.
Ojalá que, en el futuro cercano, más compañías de renombre imiten a Starbucks y aporten su grano de arena para que millones de niños alrededor del mundo puedan tener la posibilidad de adoptar y disfrutar el hábito de la lectura.
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