A una década de su fallecimiento, el escritor sueco Stieg Larsson no deja de ser noticia. Tras su muerte, el autor no sólo alcanzó la fama literaria, sino que ahora también es reconocido por sus aportes a una importante investigación judicial.
De acuerdo a la prensa de su país, Larsson habría recolectado pruebas clave referentes al asesinato de Olof Palme, quien fuera primer ministro de Suecia. Palme fue asesinado en 1986 cuando salía del cine junto a su esposa, en un caso que nunca fue esclarecido.
En un primer momento, se condenó a un delincuente común llamado Christer Pettersson, aunque luego el Tribunal Supremo de Suecia revocó la sentencia por falta de evidencias. Pese a que la causa por el crimen de Palme había prescripto en febrero de 2011, el Parlamento tomó la decisión de reabrir el proceso para que la investigación continúe y se pueda resolver el caso.
Lo que trascendió ahora es que, en su momento, Larsson habría entregado a la policía unas quince cajas con documentación que demostraban que el servicio secreto sudafricano estaba detrás de la muerte de Palme, de acuerdo a lo informado por ABC. Es importante destacar que el ex primer ministro era un firme opositor al apartheid, el régimen racista instaurado por entonces en Sudáfrica.
Larsson incluso habría señalado al autor material del crimen: Bertil Wedin, un ex integrante del ejército de Suecia y mercenario contratado por el servicio secreto de Sudáfrica en la década del ’70. Las pesquisas desarrolladas por Larsson, quien además de escritor era periodista, sostenían que Wedin no sólo había matado a Palme sino que, cuatro años antes, había asesinado a la activista Ruth First, otra opositora al apartheid, según recoge El País.
La muerte prematura le impidió a Larsson disfrutar el enorme éxito que cosechó su saga Millennium, que incluso ahora continuará con otro autor. También le quito la posibilidad de observar cómo su investigación sobre el asesinato de Palme, finalmente, comienza a tener repercusión.
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