En 1545, Beatriz Bernal lanzó en España un relato de ficción titulado «Historia de los invictos y magnánimos caballeros don Cristalián de España, príncipe de Trapisonda, y del infante Luzescanio su hermano» que se reeditó en 1586.
De haber sido desarrollada por un hombre, esta obra podría haber pasado desapercibida, pero al tratarse de un libro de caballerías creado por una dama, la historia fue otra y es por eso que la ciudad de Valladolid ha anunciado su intención de enaltecer la figura de la primera mujer que se animó en España a abordar dicho género.
Según informa el diario «ABC», en el Archivo General de Simancas aún se conserva el expediente que da cuenta de la censura que sufrió Bernal cuando quiso imprimir esta novela enmarcada en un espacio que tradicionalmente había estado reservado para los hombres y poblado de personajes masculinos.
En declaraciones efectuadas al respecto a la agencia EFE, Paz Altés, la jefa del Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Valladolid, reconoció que Beatriz Bernal no se ha hecho merecedora de una placa conmemorativa a descubrirse en 2012 por su talento narrativo sino por haber «hecho historia» al ponerle fin a la costumbre de esperar relatos de caballería imaginados por hombres.
Más allá del deseo de rescatar del olvido la vida y obra de Beatriz Bernal (cuya labor ha sido objeto de estudio de los profesores Anastasio Rojo y Donatella Gagliardi), con esta iniciativa de repasar su contribución a las letras españolas las autoridades de Valladolid consiguen que las historias de caballería despierten interés en las generaciones más jóvenes de lectores.
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