Las argentinas Laura Yasan (en la categoría Poesía) y Samanta Schweblin (Cuento), junto al colombiano Hugo Niño (Ensayo Histórico-Social), se hicieron acreedores de la edición 2008 de los Premios Casa de las Américas.
Yasan se quedó con el galardón de Poesía por su libro “La llave Marilyn”. El jurado lo ha definido como “una metáfora de la soledad en la ciudad moderna, con un tratamiento original en el que destaca un lenguaje despojado e irónico, entre la imagen y el habla cotidiana”.
Nacida en Buenos Aires en 1960, Yasan coordinó talleres de escritura en cárceles, hogares de menores, asilos de ancianos, sindicatos y bibliotecas. Ha publicado poemarios como “Doble de alma”, “Cambiar las armas”, “Loba negra”, “Cotillón para desesperados”, “Tracción a sangre” y “Ripio”.
Schweblin, por su parte, fue premiada por “La furia de las pestes”. La obra “alcanza una alta calidad estética, tanto por el conocimiento que demuestra de las técnicas y posibilidades del género, cuanto por la originalidad con que aborda aspectos de la realidad desde diversos enfoques”, de acuerdo a lo que consideró el jurado.
La categoría de Ensayo Histórico-Social fue para “El etnotexto: las voces del asombro”, de Hugo Niño. Este trabajo “proporciona una valiosa herramienta de incorporación de la creación cultural de los grupos, hasta ahora, subordinados, en el análisis histórico de los nuevos sujetos sociales que están dando forma al siglo XXI latinoamericano”, tal como consta en el acta de premiación.
Otros autores reconocidos fueron Carlos Walter Porto-Gonçalve en Literatura Brasileña por “A globalização da natureza e a natureza da globalização” y Louis-Philippe Dalembert en Literatura Caribeña en Francés o Creole por la novela “Les dieux voyagent la nuit”.
También se entregó el Premio Honorífico de Poesía José Lezama Lima al chileno Oscar Hahn (por “En un abrir y cerrar de ojos”), el Premio Honorífico de Narrativa José María Arguedas al mexicano David Toscana (por “El ejército iluminado”) y el Premio Honorífico de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada al dominicano Héctor Díaz Polanco (por “Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia”).
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