El Quinto Evangelio

El Quinto Evangelio, del escritor y novelista paraguayo Fernando Caballero, es una obra que toca las fibras más íntimas de la religiosidad del ser humano.

El autor, dotado de un notable poder intuitivo, imagina cómo podrían haber sido aquellos días en que el Nazareno llevaba la Palabra de Dios a los judíos. Por un lado, se ubica en la prédica vaga y forzada de Jesús y, por otro, se asienta en la desconfianza de los judíos ante esas «promesas» que no anunciaban, precisamente, su liberación del yugo romano.

Hay que decir, en primer lugar, que el autor del texto es docto en materia de doctrina cristiana, pues ha realizado estudios de Latín y Apologética, con los jesuitas, en la Argentina.

Valga este dato: Existen cuatro evangelios inspirados y recibidos como tales por la Iglesia. Los mismos fueron escritos por los apóstoles Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Con el presente libro, estamos ante un evangelio redactado por una mujer llamada Flavinia Marcio, quien cuenta su experiencia religiosa (por así decir) al lado de un Jesús de personalidad definitivamente humana. «María, madre extraordinaria, ningún evangelista la notó con justicia, a excepción de Flavinia Marcio que vino de Roma a echar un poco de luz sobre esta célebre criatura» (pág. 214).

Como el libro es una novela, Fernando Caballero, novelando siempre, entra en un ambiente donde toda iniciativa de amor al prójimo está sujeta a las débiles ganas de los discípulos en cumplir con las directrices de Jesucristo. O el Maestro.

Se sabe que existen numerosos evangelios o escrituras que obran en poder del Vaticano. Los Evangelios que leemos los cristianos son los que fueron aceptados por la Iglesia para la evangelización de la humanidad. Sin embargo, obran en poder de la Iglesia, testimonios que desarrollan temas ambiguos y no son considerados aptos para fortalecer la fe en el Hijo de Dios.

Nos encontramos ante un quinto evangelio, de naturaleza apócrifa. Flavinia Marcio, enamorada, al parecer, de Jesús, cuenta su versión de las bodas de Caná y escribe la proclamación de las bienaventuranzas, tal vez sermones, que fueron escuchados por gentes apáticas, en una zona montañosa.

VERSIONES PARALELAS

Esta historia del quinto evangelio corre en forma paralela a la historia de un hombre, que reside en los Estados Unidos. Me refiero a Enrico Vespaciano, acusado de dar muerte a un hombre llamado Casimiro Rocco.

En una Norteamérica asolada por el terror y la pesadumbre desde la destrucción de las torres gemelas, se desarrolla el evangelio paralelo, digamos.

Enrico Vespaciano asiste, como asistieron los discípulos a la crucifixión de su Maestro, a la muerte, por inyección letal, de Deodoro Contreras, acusado de asesinato.

En la novela hay dos muertes paralelas. Una es la muerte de un hombre, sin posibilidades de resurrección, en un país frío, Estados Unidos, que continúa empeñado en su apocalíptica carrera nuclear. La otra muerte es la crucifixión en el Gólgota del Hijo de Dios. Pero nos hallamos ante un Hijo de Dios que no consigue avivar la fe en sus seguidores pues pareciera llevar como una carga lo que aguardan de él su Padre y las profecías.

El libro se lee de un tirón. El autor tiene oficio e idoneidad literaria.

Su dominio del lenguaje hace posible creer, aun contra nuestra fe cristiana, en ese mundo de tristeza, de hambre, de carestía y de poca predisposición de los discípulos en seguir los pasos del Maestro. Aborda con estilo escritural magnífico el reino de las dudas.

Y la duda es todo cuanto tenemos – a veces – los seres humanos ante los planteamientos infinitos.

BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR:

Fernando Caballero estudió en la Argentina con los jesuitas, quienes – lo dice él – además de enseñarle Latín y Apologética, le fomentaron algunas costumbres buenas y otras malas. Viajó por varios países de América y Europa. Llegó a los Estados Unidos como corresponsal del diario «El tiempo» de Bogotá, Colombia. Su primera novela, El río del Este, mereció muy buena crítica de Emmanuel Carballo, Donoso Pareja y La Prensa, de Buenos Aires, entre otros. Recientemente, Ediciones Corregidos, de Buenos Aires, publicó su segunda novela Sois como Dioses y, próximamente, se editará su nuevo libro, Codicia y crimen.

Fernando Caballero ha colaborado en diversas publicaciones del continente. Es miembro del CEPI (Centro de Escritores y Poetas Iberoamericanos) de Nueva York, y es integrante de un jurado permanente de los certámenes literarios del CEPI.