La mejor poesía

El poeta español Aurelio González Ovies ha publicado una suerte de antología poética: Esta luz tan breve. El texto literario lleva el sello editorial de Saltadera. La obra recogida abarca un tiempo de producción que se inicia en 1998 y culmina en el 2008.

Una infancia alegre y triste, un recuerdo pleno de visiones de su pueblo natal, al que le crecían los árboles y los pájaros de diversos colores, abordan, muchas veces, el ánimo de este gran poeta nacido en el año 1964, en Bañugues, Asturias.

Las poesías de las recordaciones suelen resultar preciosas al interés del lector.

En el caso del poeta Aurelio González Ovies, estas lúcidas recordaciones no solamente están escritas con claridad y gracia estilística, sino que resultan ser un camino existencial en el que germinó la esencia de lo que vendría a considerarse la formación de su carácter melancólico de adulto.

Son tan hondas tales recordaciones.

Y hay otros poemas, de vértebras distintas, y de exclamaciones perdurables, que me llevan, por momentos, hasta la presencia de Pablo Neruda.

Yo sé (hasta donde alcanzan mis comparaciones) que no hay un ser poético similar al autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Pero me arriesgo, y digo que la voz de Aurelio González Ovies se entremezcla con la del poeta chileno, pues una fuerza creadora sin límites se enciende en el alma del vate español.

Es que Dios, y los elementos naturales, y el subir y bajar del espíritu en busca de un poco de agua y aquel recuerdo de los momentos livianos y trágicos de una infancia lejana se conjugan en la poesía volcánica, majestuosa, amorosa y llena de soledad y de escudriñamientos de González Ovies.

Lo incierto del hombre, la piedad nunca alcanzada, el destino de un mundo que nadie sabe con certeza, pero que inquieta mucho; la filosofía (su filosofía) sobre la humanidad tantas veces amanecida con un fin que el viento termina llevándose al monte, a las sabanas; la fiebre del amor; la recuperación del paraíso a través de las palabras, de un mundo poético (muy suyo), de una esperanza cautelosa son algunas de las claves para aproximarse a este poeta, que escribe, por cierto, la mejor poesía.

POEMA DE AURELIO GONZÁLEZ OVIES

Vengo del Norte,
de donde la tristeza tiene forma de alga,
de donde los siglos son muy anfibios todavía,
de donde las grosellas son un veneno puro
para beber un trago cada noche.
Vengo de allí a conquistar paisajes malheridos,
a dar voz a los ecos de estos valles
que nunca se han hablado conmigo más que con señas de humo.

Ella viene conmigo,
con todos los caminos enroscados al cuello
y una perla de hambre colgada de su frente.

Quiero vallar aquí la eternidad para todos los míos,
para todos los hombres que descienden de un padre carpintero, para todos los muertos condenados a girar esas
aspas del eterno retorno.

Mirad aquellas tierras, aquellas plantaciones
de pájaros mojados,
mirad aquellas granjas donde todos los días
el sol devora el pan.

Mirad y, por última vez,
podéis llorar al borde del maíz que encorva
y agoniza.

Porque vengo del Norte,
de donde nunca anidan las cigüeñas porque las torres tienen que apuntalar el cielo;
de donde el frío habita el carbón de los lápices
y hay una flor gitana que cura el desencanto.

Vengo de allá,
de un paso marítimo alumbrado con gas de calaveras
y estrellas de carburo.

Ella viene conmigo porque lleva en el vientre
más de doscientas conchas
y un hijo sin edad como los faros.

Ahora la prisa está bajando su marea,
ahora los caracoles tienen un rey de nácar,
ahora cada ola desemboca un destino
y yo os vomitaré un mar
para que nunca más os encontréis solos,
para que los auspicios os lleguen en botellas
y podáis escribir al horizonte.

Vengo del Norte,
y sé un poco del trayecto de la muerte
porque allí desembarcan sus galeras.

Escuchadme y seguidme,
os traigo grana verde de la palabra
que sangran los manzanos
y dentro de unos años nuestra felicidad podrá estar
muy madura.

Comentarios4

  • María

    Merecido panegírico a González Ovies. Este gran poeta, nacido de la bruma de un Cantábrico hostil, acumula en su alma las infinitas nostalgias de las que nos hace partícipes en su ya extensa obra.
    No hay palabras..., hay que "contagiarse" con su lectura, en la que quedas atrapado. Os doy mi palabra!

  • Esteban

    He leído el libro. No tiene desperdicio, hay algun poema que ya conocía pero otros nuevos que me emocionaron como siempre. Enhorabuena a esta señora, ha estado totalmente acertada, y a Aurelio González Ovies por hablarnos asi

  • Pruden

    Muy acertada en la calificación de este poeta, para mí excepcional, que te lleva y que te implica hasta el punto de hacerte partícipe activo de sus vivencias. Me alegra coincidamos en la visión de su obra. Tego plena confianza en que nos siga dando muchas alegrías en en un próximo futuro. Le deseo mucho éxito. Se lo merece!

  • Pruden

    Qué bueno y qué certero tu comentario a la obra de González Ovies. Gracias por ello. Es mi poeta favorito.



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