Sobrevivir con sus cómics y aprender francés leyendo a Jacques Lacan. Ese es el objetivo de Ron Tudor. Sobrevive pero en el camino ficción y realidad le jugarán una muy mala pasada. Adentrarnos en el universo que en «La máquina de rezar» construye Bob Chow (Editorial Marciana) es una suerte que todos deberíamos correr. En esta novela podemos encontrar tanto un buen rato de diversión como una abertura para reflexionar en torno a la genealogía de la religión y de las ventanas que nos inventamos para afrontar el tedio de la existencia. Una lectura deliciosa, sin duda.
La realidad en lo absurdo
«La máquina de rezar» se construye al filo del absurdo pero con los pies sobre la tierra. Esta es la gran premisa para entender esta novela. El universo que se abre paso ante nuestros ojos parte de una atmósfera psicodélica para acercarse lentamente a una mirada lúcida, reflexiva y realista sobre nuestro mundo.
El punto de partida es la vida de un ilustrador (Ron Tudor) que viaja a Ámsterdam en busca de alguna droga que le brinde nuevas sensaciones. Allí descubre, entre otras cosas, a Valentina, una mujer que comienza a obsesionarle y a fascinarle (como una droga dura). Aquí aparece una de las grandes intuiciones de la literatura de Chow: las cosas simples que nos ocurren pueden cambiarnos. Un cruce de miradas, el olor de un café, un color, aquellas pequeñas cosas que atraviesan nuestros párpados, pueden llevarnos a un camino de obsesión que modifique rotundamente nuestra realidad sin que podamos hacer demasiado por evitarlo.
Valentina y Tor viajan a Bagdad a encerrarse en una casa vacía para filmar una película de superhéroes de bajo presupuesto. Mientras viven un romance salvaje, Tor dibuja a Valentina (a ella no le importa salir en el cómic ni que le ocurran mil cosas desagradables). En ese rincón extraño, Tor construye un relato de espionaje y tensión que es protagonizado por Ultravisitor, que es una versión peculiar de su propia persona, habitando en un universo paralelo. A medida que va elaborando su historieta, el protagonista se enfrenta a una realidad que le obliga a pensar la raíz de las ideas que han gestado la historia de la humanidad y a poner en entredicho las certezas que parecen incuestionables.
«La máquina de rezar» es un dispositivo que se enciende y reza, comunica, comparte información, en idiomas que Tudor desconoce, y que de alguna forma condiciona-transforma su realidad. Con este pequeñísimo-intrigante elemento, Chow construye una novela en la que los límites entre realidad y ficción no están del todo claros y donde todo puede estallar de un instante al otro.
El lenguaje hipnótico de Chow
Bob Chow se caracteriza por apoyarse en un estilo amorfo en el que convive el discurso narrativo con el ensayístico filosófico, donde las imágenes se construyen de sensaciones y aromas, y por momentos rozan el color de la figuración onírica. Su voz es sensual y directa, y nos permite aproximarnos y sentir la historia de una forma auténtica.
Quiero decir, sin embargo, que al principio la lectura te descoloca. Dudas en si seguir o no. Hay algo que te absorbe pero por otro lado te preguntas ¿qué se ha fumado este autor con nombre de pistola china? o ¿qué clase de extraño libro tengo entre mis manos? Pero caminas, y la voz de Chow te absorbe. No puedes dejarlo. Y continúas pedaleando. Página adentro. Y las imágenes y los acontecimientos se van sucediendo. Amalgamándose. Y de pronto te sientes absolutamente hipnotizado. Eso que nos ocurre sólo con los buenos libros. Y a medida que lo lees descubres que comienzas a tener una nueva visión sobre el mundo.
Chow nos invita a disfrutar de una historia entretenida y a pensar en las muchas formas que adquiere la fe. Intenta al mismo tiempo explicar las razones que nos obligan a creer en algo, como método de supervivencia. Y va más lejos, hasta la confianza y esperanza que ponemos en otras cosas que no se llaman religión, pero que en la práctica (y la obsesión) se le parecen. Así, llega a la certeza de que todas las religiones surgen-emergen del vacío, no para explicarlo sino para aprovecharse de él.
El mundo patas arriba
Entre las cosas más interesantes de la narrativa de Bob Chow me quedo con la elección de un lenguaje neutral, algo muy difícil de encontrar en la literatura argentina y que en muchos casos otorga vuelo a las historias, porque amplia su imaginario y posibilidades.
Tanto desde lo literario (haciendo un exquisito uso de la combinación de géneros y formas) como desde lo ideológico (proponiendo una nueva mirada sobre las mismas cuestiones milenarias), Chow nos ofrece una historia que pone nuestro mundo patas arriba, y nos obliga a repensar aquellas cosas que nos representan, como la vocación, la esperanza, la fe. Además, hace una reflexión en torno a la manera en la que se construye la realidad y las muchas posibilidades que tenemos de entenderla, de asirla y de interpretarla.
«La máquina de rezar» es una novela extraña pero fascinante, que nadie debería perderse. En Bob Chow lo que en otro autor puede resultar grotesco o de mal gusto adquiere una cierta sensualidad que otorga a su narración un potentísimo andamiaje sobre el que te sientes en casa. ¡No dejen de leerlo!
LA MÁQUINA DE REZAR
Bob Chow
Editorial Marciana
978-84-98742030-4-5
212 páginas
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.