Muchos fueron los hombres y mujeres que sufrieron el exilio durante la dictadura stronista. Sin lugar a dudas, uno de los más perseguidos por el dictador fue el artista y político Epifanio Méndez Fleitas. En el libro “Memorias y desmemorias de exilio”, de Maricruz Méndez Vall, la autora va contando cómo su vida se va haciendo una consecuencia obligada del exilio. El libro citado lleva el sello de Editorial Intercontinental.
La penúltima hija de Epifanio Méndez Fleitas, con un lenguaje sencillo y respetuoso de la buena escritura, nos habla de su padre, a quien recuerda tomando el mate, escribiendo libros, conversando en grandes reuniones dominicales con otros exiliados.
Su visión del mundo es diferente a las visiones de las demás niñas de su edad. Vive en Uruguay por un tiempo y luego se radica en la Argentina, pues la familia no tiene rumbo fijo, fuera del terruño. La hija del exiliado se va percatando de que su patria es un cosmos del que han sido expulsados definitivamente.
El padre tiene que ganarse la vida como puede.
Maricruz y su familia peregrinan por diversos sitios. Obtener los papeles que le otorguen la posibilidad de radicarse en país determinado es tarea harto difícil, por cierto.
La autora de “Memorias y desmemorias de exilio” recuerda cosas vitales de su infancia. Le vienen a la memoria los consejos de su padre, apuntados hacia la honestidad y la honradez. Rememora a su madre, vestida con discreción, mas siempre bella ante sus ojos. Recuerda que los domingos eran días para ir a jugar en la plaza, pues la casa donde vivían se convertía en punto de encuentro apasionado de muchísimos exiliados paraguayos. Cuántas discusiones, cuántas conjeturas, cuántas opiniones sobre esto, aquello y lo otro congregaban a aquellos expulsados, que buscaban una oportunidad de estar juntos en la incertidumbre del destierro.
El desterrado
El destierro es horrible. El desterrado tiene que arreglárselas como puede. En algunos casos, hay que apelar a la solidaridad de los amigos, mejor posicionados económicamente, para llegar a fin de mes. Sobre el punto, escribe la autora del texto lo siguiente: “Cada vez que alguna persona extraña para mí venía a la casa, yo le preguntaba a mi madre si la conocía. A veces sí, a veces no. Si además la visita era corta y mi padre iba al dormitorio a buscar algo en el bolsillo de su saco, nos imaginábamos el motivo. Mi madre, entonces, suspiraba. Sabía que ese día y los subsiguientes debía ajustarse en el presupuesto doméstico”.
Maricruz cuenta que ella también incursionó en política. Da fe de las continuas persecuciones a que era sometido su padre, a quien Stroessner lo tenía “marcado”.
En el exilio vivido en Argentina, la situación se había hecho más fácil para la familia, con la llegada al poder de Perón. Su hermano, Juan Bernardino Méndez Vall, trabajaba activamente en la Juventud Colorada en el Exilio. También él padeció persecuciones. La larga y poderosa mano del dictador traspasaba todas las fronteras.
El 1 de julio de 1974 fallece el Gral. Perón. Dice en uno de sus testimonios, Juan Bernardino Méndez Vall: “Fue un día oscuro, lluvioso, muy triste para todos nosotros, en especial para su amigo Epifanio. Ese día lo vi llorar a papá. El veterano baqueano de tormentas no sólo sentía la pérdida de un amigo, sino presentía la pérdida de la garantía para su comunidad”.
Aquellas casas de afuera
En el libro puede apreciar el lector cartas escritas por Epifanio Méndez Fleitas, fotografías de hogares o casas de albergue transitorio. Estamos así, ante documentos gráficos, que muestran el difícil itinerario de la familia en la búsqueda de techo y seguridad.
Es posible entrar a través de fotos con valor histórico, a aquel mundo en que los hijos, amigos y parientes de Méndez Fleitas celebraban reuniones, peñas y celebraciones artísticas para mantenerse unidos en el páramo sin fin.
Cuenta Maricruz del doble exilio a que era sometido su padre. Habla de los hostigamientos contra la figura paterna. En varias oportunidades las autoridades extranjeras se apersonaban en su hogar, revisando papeles, escritos y libros y demás pertenencias de él.
No murió el ánimo de Maricruz Méndez Vall en ninguna ocasión, a pesar de las terribles realidades que le tocó vivir.
Al fallecer Stroessner regresa al país. Pero su memoria se queda en el tiempo del exilio para rescatar, en forma de libro, vivencias, sueños, muertes, recuerdos que siguen siendo memoria viva, hoguera, llamas inmortales.
BREVE RESEÑA DE LA AUTORA: Maricruz es la hija menor del político, músico y escritor Epifanio Méndez Fleitas. Nació en Asunción, aunque la mayor parte de su vida, hasta la caída de la dictadura stronista, transcurrió en el exilio. En Montevideo realizó sus estudios primarios y secundarios. En Buenos Aires estudió en la Escuela Municipal de Arte Dramático y en el Profesorado Nacional de Expresión Corporal, ejerciendo la docencia artística en aquellos años. Es egresada de la Primera Escuela Privada de Psicología Social de la Argentina. Desde su retorno al Paraguay ha trabajado fundamentalmente en desarrollo organizacional y comunitario, en proyectos sociales con enfoque de género tanto en la gestión pública como privada. Escribe, desde su inicio, en la Revista “Ñe´ëngatu” y tiene publicaciones en revistas nacionales y regionales.
Escrito por Delfina Acosta en el Suplemento Cultural del diario ABC (Paraguay)
Comentarios12
Benas noches, me imbade la alegria al ver una historia de mi querido pais ,por q siempre estamos diciendo, que el Paraguay es un pais olvidado, yo me encuentro en España, y aqui no se habla del Paraguay pues darles las gracias
Epifanio Méndez, tubo el valor de persistir en su inegable deseo de seguir pensando que ese episodio que vivió, tendria que terminar en algún momento y luego retomaria, lo que siempre hizo, por los que fue desterrado, acosado debió de haber vivido momentos de horror, pero tubo la idea que nada dura para siempre y vivió con eso de que algún dia regrsaria a su patria querida, reconozco que hombres como él han echo patria y han dejado ejemplos de paradigma, para las generaciones venideras, es por ello que merece ser honrrado su memoraia en el tiempo de hoy y siempre. Atte. carloscc.
estremecido por el sufrimiento de la familia Epifanio Méndez Fleitas.
Un abrazo para ellos
Querida Maricruz : Celebro desde Córdoba este esperado libro, que dará cuentas de una historia que debe transmitirse a las nuevas generaciones del Paraguay y de América Latina, por que es parte de la historia negada del des-conocido pueblo paraguayo, que merece ser rescatada para entender el presente y el pasado de la región. Sobre todo, por su valor cultural como enseñanza de DDHH, de valores que subsistieron y se enfrentaron tenazmente a una de las dictaduras más largas y penetrantes de América Latina. Como expresión de quienes apostaron por la dignidad humana : tu padre, y mi querido suegro, Bernardino Cano Yegros, quienes nos hermanan en esta comunidad del exilio. Un abrazo inmenso esperando leerlo pronto!. Carmen Colazo
Felicito a mi amiga Maricruz, desde Montevideo. Todos fuimos exiliados en estos países, ya que todos tuvimos bajo la sospecha de no ser aquello que unos señores querían que fuésemos. Ahora, tantos años después, no puedo pasar por alto que Maricruz es también una Uruguaya, una Argentina, una Mujer... con la cual íbamos a bailar cuando adolescente, o leíamos el mismo libro, o nos reíamos de los viejos. Un significante más, sin dudas, en la deriva de ese Otro que nos constituye y nos alberga. Adelante, y recibí un abrazo de otro significante, que te reconstituye seguido en su deriva.
El sufrimiento, cuando permanece secreto es invisible y se agota en una vida que termina. Pero, cuando una persona toma la pluma y transforma el dolor vivido en experiencia escrita, muchas otras pueden reconocerse en ella y darle significado político, a lo que hasta ese momento parecia apenas personal, subjetivo, y sobretodo solitário. El coraje de Maricruz al revelar las memórias de su família habrá de ayudar a la lucha de los pueblos oprimidos en el pasado y en el presente, para la construcción de un otro mundo posible.
Un cariñozo abrazo, acompañado de mucho orgullo por compartir contigo tantos momentos de adolecencia en nuestra Montevideo.
Continuación del comentário anterior: Quiero registrar que escribo desde Brasil, mi país de origen, donde vivo y trabajo desde 1971. Vivi en Montevideo 15 años como estrajera, pero no exilada como Mary. Pasamos casi 30 años sin reencontrarnos. Será muy importante para mi, revisitar sus memórias hoy dia, cuando me dedico a la investigación científica en el área de Educación, también escribo y coordino una maestria en esta área, donde podré difundir esta obra entre gente interesada en los necesarios cambios sociales. Además, el libro de Marycruz me dará la oportunidad de reinterpretar aquellos momentos personales en un contexto colectivo. Gracias Mary!
Querida maricruz , alma bella, amiga y hna , muchas felicidades por es te gran coraje de amor y valentia sin igual.
Bendiciones para ti y tu hermosa familia.
una paraguaya en Chile, Monica Báez Pablo Muñoz y Valeria.
Te felicito Querida Maricruz enormemente por iluminarnos con tus valientes experiencias de vida, así como las de toda tu valiente familia. Y has sabido aprovechar con genuina maestría toda esa sinuosa existencia de altos y bajos para transformarte en una preciosa joya de amor y contentamiento que hace de este mundo un mejor mundo cada día. Gracias por compartirnos las estelas de tu vida y tu familia tan singulares, y rescatar para la historia presente y futura, el transitar de tan bellos héroes y heroínas incógnitos, que desde y fuera de Paraguay, dieron lo mejor de sí para hacer de la vida algo más bello. Y Gracias por sobre todas las cosas, por conocerte y regalarnos este libro envuelto en tu angélica sonrisa.
Querida Maricruz,que emocion saber que tus memorias se estendieron para que puedamos de alguna vivenciar la historia de esta heroíca familia,en mi vago recuerdo estavas estudiando teatro en Argentina quando tuve la alegria de conocerte,ya hace 28 años que vivo en Brasil.
más jamás salirá de mi memoria el amor y cariño de mamá Flora Roa Martinez yá fallecida y papá Pablo Cabrera Stumfs por nuestro querido Tio Epifanio y tia Fredes,Añoranzas,como dizen aqui en Brasil Saudades
Quiero Felicitar a Maricruz por el libro tan deseado para mi y muchos q pasamos la misma pesadilla. Vivo en Montevideo Uruguay hace años con mis hijos mi madre y mis dos hermanas. Estoy leyendo el libro con mucha nostalgia muchos recuerdos triste de aquellos años. Mi padre ya fallecido (Luis G. Medina) en su país natal y como muchos no pudo festejar la muerte del Dictador del ASESINO, pero nosotras si levantamos la copa. Un abrazo.
Mi recordada Prima Maricruz, alegrías y tristezas compartidas, hoy auguro para ti y mis demás primos una felicidad con olor a reencuentro, y visión de progreso para que nuestro amado Paraguay mi tierra colorada como la llamo yo, sea cada día mas fructífera y rosagante de felicidad. Contá conmigo, en la distancia podemos hacer mucho y vos lo sabes.
Cariños de Yoly de tía Flora Roa y Pablo Cabrera(Buenos Aires)
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