Con claridad rotunda, el escritor y poeta Augusto Casola, ha escrito el libro Ese pedazo de tierra mío. El volumen lleva el sello editorial Arandura.
Ya el título es un adelanto, un anticipo, de lo que el lector encontrará en las páginas. O sea, un pedazo del alma, o del espíritu, que marchó para siempre del poeta, a regiones incógnitas que la muerte nos tiene reservadas a todos los seres humanos.
En los versos, Casola nos cuenta su dolor. Pero el suyo es un dolor que choca contra la pared, contra el vacío, pues no encuentra respuestas ante la muerte del hijo que lo ha querido como tal vez él no pudo corresponder.
Un largo y sostenido mea culpa va tomando, como hiedra veloz, cada palabra, asfixiando todo el cuerpo poético.
No cabe una poesía de esperanza donde hay tanta desesperanza y polvo de huesos.
Se dice a sí mismo el autor del libro que no ha conocido a su hijo, que no le dio amor; se echa en cara, en fin, su condición de padre que no ha podido salvar aquellas distancias que a veces se alzan, innecesariamente, entre progenitor y descendiente.
Estos versos son un llanto público que escuchamos desde nuestra imposibilidad de remediar las cosas. Augusto Casola es un poeta, sobre todo un ser humano, que entiende las trampas, las ironías y los falsos acordes de una música carnavalesca salida del mundo.
Hubiera yo querido hacer algunas precisiones sobre la versificación y demás detalles poéticos, pero creo que esta obra no busca sino reparar en algo la falta de afecto cometida.
Es un libro para tomar con cuidado y echarse a pensar en la tragedia que a veces es la existencia.
El autor sabe que la vida continúa. Pero la continuación de la vida se le presenta como un cáliz que quisiera pasar de largo, pues la suma de los dolores es muy grande, muy penosa, muy fatídica.
Estamos ante versos que salen calientes desde la sangre misma, desde la herida que no cicatriza, desde el mareo ante un mundo que no cesa en su lenta descomposición.
Jamás he leído versos tan tristes.
Jamás me he encontrado ante tanta soledad.
Jamás he sentido tan de cerca esa respiración de bestia que tiene la muerte al llegar abruptamente a las puertas de un hogar, de una familia.
Es un horror saberse vivo cuando perdemos para siempre a la persona más amada.
Pero la vida tiene códigos amargos.
Y Franky ha partido del mundo, con una sonrisa.
Y no hay bien que se pueda entender tras una partida tan trágica y temprana.
Mi voz
Cuando lloro
lloro todos mis fracasos
apabullado.
Están y los acepto
en mi total desventura
que grita el grito absurdo y desquiciado
desde mi garganta.
Me recupero vuelvo a hablar
converso
con esta voz que no es la mía
-resquebrajada, inerme-
que ondula repitiente
y pretende ser mi voz
aquella mía
la de antes del derrumbe
firmeza y segura
mi voz
antes del colapso
de tu muerte en la que vivo y no soy yo
sino el desvergonzado
obsceno trashumante
que mi cuerpo usurpa día a día.
Augusto Casola
Comentarios4
Interesante artículo que difunde la tragedia de un hombre que siendo padre de un hijo no supo, no pudo o no quiso atender o entender la misión de un verdadero papá y hoy - por medio de sus versos - derrama su dolor, qué pena, pero ...literatura al fin.
Sí. Augusto casola hizo un "Mea Culpa".
Pero en vida digamos a nuestros hijos que los amamos.
Un abrazo, amiga.
Delfina
Gracias Delfina, es un honor que leas tú lo que escribo yo, te agradezco mucho y te sigo admirando. Deseo que Dios te conserve siempre bien en todo sentido. Gracias a Dios en nuestros pueblos aún guardamos la tradición de priorizar nuestra entrega en alma, vida y corazón a nuestros hijos y hoy con la agudización de la pobreza en los lugares lejanos y subdesarrollados - como en el mío - se nos engrandece el amor a lo único cierto que tenemos: Nuestra familia, merece toda las manifestaciones verbales, sentimentales y espirituales que bien le damos en medio de todas las carencias. Te saludo con amor. Elsy.
Es la triste realidad de muchos padres que sólo SON PROVEEDORES DE COMODIDAD PARA EL HOGAR.., PROVEEDORES DE EDUCACIÓN, DE SALUD, DE BIENES EN GENERAL PERO DE amor PATERNAL POCO O NADA.
las LAMENTACIONES NADAN CORRIGEN LO QUE YA FUE. ES TRISTE SOPORTAR LAS MEA CULPAS QUE SOLO CORROEN PARTE DEL ALMA.
TRISTE DESCONSUELO LLEVO ESTE ESCRITOR, AUGUSTO CASOLA, AL PENSAR LO QUE PUDO COMPARTIR Y DISFRUTAR CON SU HIJO Y SIMPLEMENTE LO DESPERDICIO SU HERMOSA OPORTUNIDAD DE PADRE.
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Es cierto, Florentino. Has dado en la tecla.
Un abrazo.
Y gracias por tu comentario.
delfina acosta
¿Qué pasa Gitanita? Ya no escribes...
Tu ausencia se nota en este precioso sitio donde todos opinamos dentro del respeto. Somos una gran familia.
Un abrazo.
Delfina Acosta
No había leido el triste tema que conmueve el alma, de un padre que olvidó decir "te amo"...tan fácil y cómo cuesta a veces decirlo.
Gracias Delfina, su tema ayuda a pensar y nos invita a decir a diario "te amo" a todos los que tenemos un hijo/a y a todos los que amamos y nos aman.
Saludos
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