Elsa Wiezell y otros americanos en Salamanca

El escritor, filósofo, poeta y ensayista Luis Frayle Delgado ha publicado recientemente un libro llamado Otros americanos en Salamanca.

Lo suyo son crónicas llenas de vida. Con la memoria intacta, recuerda aquellos paseos que dio en compañía de los escritores y poetas de este lado del mar, los americanos.

Salamanca hace de luciérnaga para muchos escritores de Iberoamérica. Y por qué no ha de ser así, si suele congregar a lo más granado, a lo más perseverante y a lo más conocido de la literatura.

Salamanca es el punto en donde se congregan no solamente escritores conocidos, sino también aquellos que desean hacerse conocer.

Cuántos nombres fulgurantes, hasta ayer en estado de sombra, ha dado Salamanca, en el resto de España.

Y miren que ser conocido y reconocido en España es de por sí un mérito grande.

Luis Frayle destaca que ha habido un momento, un espacio, muy concreto de la cultura que se dio cita en Salamanca, y se concentró aquí desde los países de Iberoamérica. Ese espacio, ese momento, es muy concreto: es la Cátedra de Poética Fray Luis de León, de la Universidad Pontificia de Salamanca. Fue una época pujante. Duró diez años. La cátedra tenía como director al humanista y profesor de Lenguas Clásicas Alfonso Ortega Carmona, y era secretario de la misma el profesor Alfredo Pérez Alencart.

Hay que decirse, en honor a la verdad, que la poetisa argentina Olga Orozco, una mujer de gran sensibilidad, y tal vez una de las más fecundas de América, era desconocida en España cuando fue a conferenciar sobre el tema «Alrededor de la creación poética».

Luis Frayle Delgado, en una crónica escrita para La Gaceta, dice de ella: «Hemos de congratularnos de que una voz de América, una mujer nacida en un pueblo de la Pampa argentina hace ya más de setenta años, venga a recordarnos en nuestra propia lengua, que ella ha cincelado y embellecido, el valor de la palabra poética, que es la más profundamente humana, la que destroza el raquitismo para dejarnos vislumbrar los mundos misteriosos que tras ella se esconden».

Muchos otros poetas, de gran significancia en la palabra, se dieron cita en la Cátedra de Poética Luis Fray León.

Cito: Olga Orozco, Gonzalo Rojas, Eugenio Fiorit, Adriano González León, Claudio Aguiar, Carlos Contramaestre, Ricardo Contramaestre, Ricardo González Vigil, Alfonso Hernández-Catá, Emilio Adolfo Westphalen, Elsa Wiezell, Gastón Baquero, Guillermo Morón.

Elsa Wiezell, la poetisa paraguaya, no ha podido viajar a Salamanca para hacer conocer su profusa obra poética.

Luis Frayle Delgado, el autor de las crónicas de este libro, conoció a la poetisa y pintora Elsa, en una visita al Paraguay. «Ella misma se define como cristiana y defiende y plasma sus ideales en la creación artística, haciendo frente al que considera problema de su época: «encontrar a Dios».

Afirma: «La conocí en aquellos años primeros de la década de los sesenta del siglo pasado, era joven y tenía un corazón ardiente y una delicada pluma que escribía versos pletóricos de vida, de sentimiento, de humanismo».