Adjetivos personales

Hoy Poemas del Alma ha decidido inaugurar la semana con el desarrollo de un tema que, tal vez, sorprenda a más de un lector por sus atípicas características.

Tal como se desprende del título, en esta oportunidad la información girará en torno a los adjetivos personales, una clase de palabras que, si bien se utiliza con frecuencia, no siempre se puede encontrar en los diccionarios.

Por su forma de originarse, puede decirse que este tipo de adjetivos se asemeja a los gentilicios ya que, mientras éstos surgen a partir de países, regiones, continentes o provincias y dan como resultado términos como «argentino», «ruso», «alemán», «valenciano», «mexicano» o «limeño», los personales (también llamados nominales) derivan de nombres propios que, por lo general, son apellidos pertenecientes a destacadas personalidades.

No hay que preocuparse si esta definición no contribuye a la hora de identificar cuáles son, en la práctica, las palabras que se agrupan dentro de esta categoría de adjetivos. Los ejemplos que publicaremos a continuación, sin duda, aportarán una idea más precisa y clara acerca de cómo reconocer a un adjetivo personal. Además, es importante tener en cuenta que, por sus características, esta clase de términos no se agota, sino que pueden originarse tantos adjetivos como nombres y apellidos existan.

«Kafkiano» (inspirado en Franz Kafka), «cervantino» (relativo a Miguel de Cervantes), «maquiavélico» (por Nicolás Maquiavelo), «marxista» (por Karl Marx), «peronista» (originado por el ex presidente argentino Juan Domingo Perón), «chavista» (término referido al mandatario venezolano Hugo Chávez), «menemista» (por el ex gobernante argentino Carlos Saúl Menem), «borgeano» (por el escritor Jorge Luis Borges), «maradoniano» (por el futbolista argentino Diego Armando Maradona), «cristiano» (palabra de perfil religioso relativa a Cristo) y «budista» (por Buda) son sólo algunos de los adjetivos personales utilizados tanto en ámbitos intelectuales y académicos, como en religiosos y políticos.