Hoy retomamos los textos sobre lenguaje. En esta oportunidad me centraré en algunos extranjerismos de uso difundido y sus posibles alternativas en español. Les recuerdo que los textos de esta categoría pueden localizarse fácilmente en nuestra sección Taller Literario y hacen pie en la Página del Español Urgente.
Evitemos «mandatorio» y «shopping»
De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda el uso del término «mandatorio» para expresar que algo es «obligatorio» o «preceptivo». Es importante señalar que este anglicismo es innecesario contando en español con palabras como las ya citas o «imperativo». Sin embargo, basta asomarse a cualquier medio de comunicación o a la prensa extranjera para encontrarse con este uso incorrecto. Así que conviene estar más atentos para evitar cometer errores de este tipo.
En lugar de esta voz anglosajona podemos utilizar una gran diversidad de adjetivos, debiendo escoger aquel que mejor se adapte al significado que estamos buscando. Algunas de las voces castellanas que podrían considerarse sinónimos de este término son «obligatorio», «indispensable», «pertinente», «necesario», «forzoso, «preciso», aunque existen muchos más.
En España lo más normal es referirse a los complejos donde se concentran tiendas de diferentes tipos con la denominación «centro comercial», sin embargo, en ciertas provincias y en la mayoría de los países latinoamericanos se encuentra más difundida la forma anglosajona, «shopping center» o «shopping mall». En la Página del Español urgente nos recomiendan decantarnos por la voz castellana; sin embargo, es sumamente común encontrarse con la voz extranjera en los medios de comunicación. Del mismo modo es innecesario utilizar las abreviaciones de esos términos «shooping» y «mall».
Conciencia plena en lugar de mindfulness
Siguiendo en esta línea de anglicismos de los que podemos prescindir nos encontramos con el concepto «mindfulness» que en español podría traducirse como «conciencia plena» o «atención plena». Se trata de un término que hace alusión a un estado mental al que se accede a través de una actitud pacífica y tranquila, y que permite concentrarse en la propia consciencia de uno en el presente para analizarse desde una nueva perspectiva.
Aunque es preferible que nos decantemos por la forma española del concepto, tratándose de un término acuñado en el idioma anglosajón es aceptable que se utilice el extranjerismo. No obstante, en estos casos, se recomienda hacerlo con la grafía correspondiente a este tipo de palabras: utilizando cursivas o entrecomillado.
Lenguaje y nuevas tecnologías
Ahora pasemos a un término con el que posiblemente la mayoría de nosotros estemos familiarizados, «social media fatigue», que se utiliza para denominar esa sensación de hartazgo que nos generan las redes sociales, provocada por la sobrexposición a ellas. Se trata de uno de los males propios de esta época y un interesante tema para reflexionar sobre el uso que hacemos de estas herramientas y la forma en la que repercuten en nuestra vida cotidiana y nuestras relaciones sociales.
Es conveniente, sin embargo, decantarse por otras formas más adecuadas en nuestro idioma como «fatiga/hartazgo/empacho/agotamiento de redes sociales»; y si aún teniendo en cuenta esto preferimos decantarnos por la voz anglosajona respetar las reglas de grafía para este tipo de palabras.
Incorrecto: «El ‘social media fatigue’ también alcanza a los jóvenes».
Correcto: «El hartazgo de las redes sociales también alcanza a los jóvenes».
Es sumamente importante, además, que utilicemos la forma completa «redes sociales» y no la reducción que a veces se ve en diversas publicaciones de «social». No es lo mismo decir «agotamiento social» que «agotamiento de redes sociales», ya que la primera frase podría hacer alusión a un cansancio social en general, al contacto con los demás y a las relaciones sociales.
Incorrecto: «Laura padece de agotamiento social».
Correcto: «Laura padece de agotamiento de redes sociales».
Ligado a este concepto se encuentra el de «tecnoestrés» que se ha puesto de modo en la última época y que ya se encuentra adaptada a nuestro idioma. Este término hace alusión al estrés que causa el uso de las nuevas tecnologías. En este caso, tratándose de un término aceptado en español debe escribirse en letra redonda y sin ningún tipo de aclaración gráfica.
Otros términos similares son: «tecnoansiedad» (que sirve para referirse a la sensación de malestar causada por el uso excesivo de un dispositivo electrónico), «tecnoadicción» (que se utiliza para referirse a la dependencia que generan las nuevas tecnologías), y «tecnofatiga» (que hace referencia al agotamiento por el uso excesivo de Internet o las herramientas modernas de comunicación). Todas ellas se encuentran perfectamente aceptada en nuestro idioma y no deben escribirse con cursiva o entrecomillas.
Comentarios1
Sumamente interesantes las aclaraciones de hoy, Tes. Magnífico apartado de artículos este "textos sobre el lenguaje". Un abrazo.
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