Vuelvo hoy con un nuevo texto para nuestro Taller Literario. En esta ocasión me voy a centrar en la concordancia verbal. Primero repasando las reglas principales de este aspecto de la gramática y después analizando un caso en particular.
En esta ocasión además de consultar con la web del español urgente, he usado algunos hilos del Foro del Instituto Cervantes, otro sitio de referencia en lo que respecta a aclarar asuntos relacionados con nuestra comunicación.
Sobre la concordancia verbal
La concordancia verbal es uno de los tipos de concordancia gramatical. Hace referencia a la relación que se establece entre el verbo y el sujeto de la oración. La concordancia verbal debe ser de número (singular o plural) y de persona (persona gramatical, que puede ser primera, segunda o tercera).
Esto significa, por ejemplo que un sujeto singular (gato) debe ir acompañado de un verbo en singular (come), mientras que un sujeto plural (gaviotas) necesita el verbo también en plural (vuelan); asimismo, una primera persona del singular (yo) necesita que el verbo que la acompaña también se halle conjugado en primera persona (canto) mientras que una segunda persona del plural (vosotras) necesita que el verbo sea conjugado de la misma forma (cantáis).
No obstante, existen casos peculiares, y situaciones en las que resulta complicado establecer el tipo de concordancia correcta.
El caso más común en el que la concordancia verbal no tiene lugar es cuando el sujeto es colectivo. En estos casos, el verbo va en singular.
En ocasiones estamos ante oraciones con sujeto múltiple y existe para ello una excepción que debemos respetar, como veremos en el apartado siguiente.
Concordancia en el verbo «gustar»
Algunos verbos presentan para nosotros todo un desafío cuando van conjugados de cierta forma. En el caso del verbo «gustar», por ejemplo, suelen surgir dudas cuando el sujeto que le acompaña está formado por varios elementos.
Cuando el verbo va antepuesto a los elementos, tanto en singular como en plural es fácil de discernir y en general utilizamos correctamente la concordancia. Decimos por ejemplo:
Sin embargo, cuando el verbo se utiliza después de los elementos no siempre lo tenemos claro. Por otro lado, ¿qué ocurre cuando el número de los elementos es variable? Intentemos dar con una respuesta que aclare estas dudas y que nos sirva para comunicarnos mejor.
Cuando el verbo gustar va delante de los elementos que modifica debe concordar en número con el que se halle más próximo. Esta regla se cumple con más rigurosidad en el lenguaje oral, ya que de lo contrario la frase sonaría muy mal. Decimos, por ejemplo:
En el caso de que los elementos se encuentren ligados por la conjunción «y», y además que el hablante los incorpore como una unidad, el verbo debe usarse en singular, como en el siguiente ejemplo:
En cierta forma recordar estas tres reglas nos puede servir para dar siempre con la forma correcta: 1) Si el verbo precede a los elementos suele concordar en número con el primero de ellos. 2) Si los elementos van antepuestos al verbo, generalmente éste va en plural. 3) También si el verbo va intercalado entre los elementos tiende a concordar con el que se halle más próximo a él y suele omitirse junto al segundo para evitar la repetición.
Otro caso de concordancia verbal en singular ocurre cuando el último de los sujetos de la oración reúne a los demás desde un perspectiva conceptual, como ocurre en el siguiente ejemplo:
Ocurre lo mismo cuando queremos hacer un especial énfasis en el último elemento:
Así que, a partir de ahora, si tenemos en cuenta estas reglas y consejos, podemos conjugar perfectamente y comunicarnos de forma impecable. ¡Visita nuestro Taller Literario donde encontrarás muchos otros artículos con consejos para hablar y escribir mejor!
Comentarios2
Interesante. Tengo una duda al respecto.
Por ejemplo, en la oración "Eres tú la que asalta cada noche mis sueños", ¿es correcto, o habría que decir "eres tú la que asaltas cada noche mis sueños"? Gracias.
Yo asalto
Tu asaltas
el asalta
Gracias bambam. si digo "tú asaltas", está claro que deberíamos emplear el verbo en segunda persona, pero en el ejemplo que yo he puesto no me queda tan claro. Es evidente que se trata de una metáfora porque no se pueden asaltar los sueños de manera literal. Es como si dijera "eres la mañana clandestina que acude presta a mi noche para desfibrilar sin contemplaciones mis pesadillas"
Gracias por la atención a mi pregunta amigo José, siempre te leo, aunque a veces no comento
bambam desde Chihuahua
Muy bien expuesto...
Un afectuoso saludo.-
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