La oración es una unidad de sentido con autonomía sintáctica. Se trata del constituyente sintáctico más pequeño posible que es capaz de expresar una proposición lógica. En otras palabras, es el fragmento más pequeño del discurso que puede comunicar una idea completa y que posee independencia.
En la lengua escrita, las oraciones están delimitadas por la presencia del punto. En el habla, en cambio, su límite es marcado por las pausas y el descenso de la voz.
Existen distintas clases de oraciones, que pueden dividirse en dos grandes grupos: según la actitud del hablante y según la estructura sintáctica.
En el primero de los casos, las oraciones pueden ser enunciativas (transmiten una cierta información. Por ejemplo: «Miguel regresó a la oficina hace diez minutos»), interrogativas (plantean una pregunta, ya sea en forma directa o indirecta. Ej.: «¿Quién apagó el televisor?»), exclamativas (expresan sentimientos o emociones. Ej.: «¡Mi equipo ha ganado!»), exhortativas (también conocidas como imperativas, suponen una orden, un consejo o un ruego. Ej.: «Trae ese documento en forma inmediata»), desiderativas (formulan un deseo. Ej.: «Ojalá consiga el empleo») o dubitativas (expresan una duda. Ej.: «Tal vez logre esquivar dicho obstáculo»).
En cuanto a la estructura sintáctica, las clasificaciones pueden tener en cuenta la estructura del predicado, la presencia o ausencia del complemento directo, la voz o la conjugación del verbo con un pronombre.
De acuerdo a la estructura del predicado, una oración puede ser atributiva (consta de un verbo copulativo y un complemento especial) o predicativa (todas las oraciones que no tienen un atributo en el predicado).
Según el complemento directo, pueden ser transitivas (el predicado consta de un complemento directo) o intransitivas (el predicado no tiene un complemento directo).
Respecto a la voz, las oraciones pueden ser activas (cuando el sujeto realiza una acción) o pasivas (el sujeto no realiza la acción, sino que es el receptor).
Por último, con relación a la conjugación del verbo con un pronombre, las oraciones pueden ser clasificadas como reflexivas (el sujeto realiza y a la vez recibe la acción del verbo), recíprocas (la acción es realizada y recibida de manera recíproca por dos o más sujetos) o pasiva refleja (pese a que el sujeto es paciente, el verbo aparece en forma activa con el pronombre «se» y sólo en tercera persona).
Comentarios2
Muy interesante,gracias.-
Gracias por la enseñanza.
Un saludo.
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