En Poemas del Alma ya hemos hecho referencia al complemento directo, al preposicional y al verbal. Hoy, la idea es ampliar esos artículos con información vinculada a otro tipo de complemento; en este caso, el circunstancial.
Esta clase de función sintáctica se caracteriza por estar desempeñada por un adverbio o algún tipo de sintagma nominal, preposicional o adverbial que indique alguna circunstancia de tiempo, lugar o modo al verbo del que es complemento. En otros casos, estas frases o palabras pueden estar referidas a la cantidad, la frecuencia, la causa, la posibilidad, la afirmación o la negación de la acción verbal en cuestión.
Este determinante del núcleo del predicado se forma a través de una preposición más un término, con excepción del complemento circunstancial de tiempo, donde no es necesaria la existencia de una preposición.
Por otra parte, es importante señalar que un complemento circunstancial responde a preguntas como «¿Dónde?», «¿En dónde?», «¿Cuándo?», «¿Con quién?», «¿Cuánto?», «¿De qué manera?», «¿Con qué?», «¿Por medio de qué?», «¿Para qué?» y «¿Cómo?». A partir de esta particularidad, entonces, resulta sencillo localizar este tipo de construcciones dentro de una oración.
En «El libro que buscabas se encuentra aquí», el complemento circunstancial (de lugar) es «aquí», mientras que en «No pude llamarte porque regresé muy tarde», el complemento circunstancial (de tiempo) es «muy tarde». Asimismo, en oraciones como «La fiesta terminó temprano», «Te buscaré a las seis», «Graciela vendrá mañana», «Brenda habla pausadamente», «Te perdono por amor», «Hice este adorno con mis propias manos» y «Vístete porque la mucama vendrá ahora», los complementos circunstanciales son «temprano», «a las seis», «mañana», «pausadamente», «por amor», «con mis propias manos» y «ahora», respectivamente.
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