Hoy vuelvo con un texto sobre lenguaje. En esta ocasión vamos a aclarar algunos conceptos que no siempre utilizamos de forma correcta. Los mismos hacen pie en publicaciones de la Web del Español Urgente. Si te interesan este tipo de artículos, te invito a pasarte por nuestro Taller Literario donde podrás encontrar una gran variedad de textos sobre ortografía, gramática y otros aspectos importantes del lenguaje.
La paternidad y sus diversidades
En primer lugar escribo sobre las diferencias entre ‘paterno’, ‘paternal’ y ‘parental’. Aunque muchas veces se utilizan de forma indistinta, entre las tres existen diferencias. Es conveniente, por lo tanto, conocer dichos matices para saber cuál utilizar según el contexto.
El diccionario de la RAE define así cada uno de estos términos:
* el término ‘paterno’ hace referencia a aquello relacionado con el padre que puede ser una cosa o una relación en la que interviene la figura del padre. Así podemos decir «la casa paterna» o «mi abuelo paterno».
* la palabra ‘paternal’ se encuentra vinculada al afecto, es decir tiene un sentido afectivo que le viene dado por el cariño que se supone existe de un padre hacia su hijo.
* ‘parental’ por su parte, tiene un significado general que puede aludir tanto al padre como a la madre o incluso, referirse a alguna figura con la que existe un lazo familiar indirecto.
Incorrecto: «Muchos niños se quedan sin supervisión paternal en el hogar»
Correcto: «Muchos niños se quedan sin supervisión paterna en el hogar»
Incorrecto: «Con tono paterno dijo que eso puede sucederle a cualquiera».
Correcto: «Con tono paternal dijo que eso puede sucederle a cualquiera».
Incorrecto: «La consola trae un modo para activar el control paternal».
Incorrecto: «La consola trae un modo para activar el control parental».
Teniendo en cuenta estas definiciones, a partir de ahora debemos estar bien atentos para llamar a cada cosa por su nombre.
Nombrar correctamente la violencia
Existe un término que sirve para hacer referencia a las actitudes y comportamientos que ciertos hombres tienen respecto de las mujeres, a través de los cuales intentan ejercer (o dejar bien claro que lo tienen) un poder sobre ellas. Dicha expresión es micromachismo.
Se trata de una palabra que se encuentra formada por ‘micro’ (elemento compositivo que sugiere algo pequeño o invisible) y el sustantivo ‘machismo’ (relacionado con una actitud de prepotencia que los hombres tienen respecto de las mujeres). La forma correcta en la que debemos escribirla es con ambos términos unidos (sin guion ni espacio intercalado).
Si bien lo más preocupante no es cómo escribimos esta palabra, sino el uso extendido que tiene este tipo de violencia en nuestras sociedades, aprender a nombrar correctamente la violencia que habita en nuestro mundo puede ser una buena forma de visibilizarla y de entender cómo combatirla.
El peligro del micromachismo es que se trata de una violencia que pasa desapercibida porque se ha normalizado en nuestra vida cotidiana (la repetición de ciertos hábitos deviene en su invisibilidad) y nos hemos acostumbrado a verlo y soportarlo casi sin darnos cuenta. Es importante que estemos atentas para poder distinguirlo y evitar que sus consecuencias nos anulen. Empezar por entender la palabra y su origen no es un mal comienzo.
Incorrecto: «El micro-machismo no es más que una expresión del machismo histórico en su categoría cultural»
Correcto: «El micromachismo no es más que una expresión del machismo histórico en su categoría cultural»
En el caso del plural, su composición es casi idéntica. Como estamos hablando de una única palabra se agrega una única ‘s’ al final de la palabra.
Incorrecto: «Es preocupante que no nos rebelemos ante los microsmachismos».
Incorrecto: «Es preocupante que no nos rebelemos ante los microsmachismo».
Correcto: «Es preocupante que no nos rebelemos ante los micromachismos».
Apoteosis es femenino
Y por último un sustantivo que nunca debe ser usado en masculino, ‘apoteosis’. A pesar de eso es sumamente común que en los medios de comunicación se lo utilice en masculino. Teniendo en cuenta que se trata de un error común, no viene mal destacarlo para evitar cometerlo nuevamente.
El término ‘apoteosis’ que se utiliza para hacer referencia al ensalzamiento de alguien a través de honores o alabanzas, una persona con grandes honores o alabanzas (que a su vez deriva del acto en que los dioses antiguos eran condecorados), es de género femenino por lo que siempre debe ir acompañado del artículo ‘la’.
Asimismo, cabe señalar que se trata de una palabra de acentuación llana por lo que no debe escribirse con tilde.
Incorrecto: «Ya solo le tocó vivir el apoteósis de los 800 metros».
Correcto: «Ya solo le tocó vivir la apoteosis de los 800 metros».
Respecto a los adjetivos que derivan de este sustantivo, existen dos aceptados por la Academia: ‘apoteótico’ y ‘apoteósico’, siendo el más común éste último.
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