Diferencias entre interjecciones y onomatopeyas

Te contamos cuáles son las diferencias entre sonidos onomatopéyicos e interjecciones. Si no las conoces, no dejes de leer este artículo.

 

En nuestro capítulo anterior de Taller Literario hablamos sobre onomatopeyas, hoy volvemos sobre el tema para marcar las diferencias que existen entre estas expresiones y las interjecciones. ¿Sabes cuáles son?
En esta ocasión me voy a apoyar en «Conoce la lengua española», un tipo de contenido publicado por CEIP Manuel Siurot en el archivo de La Junta de Andalucía, muy útil para consultas específicas sobre nuestro idioma, que aprovecho para recomendarte.

 

Palabras que no son verdaderas

Las onomatopeyas y las interjecciones son expresiones nacidas para ser confundidas. Sin embargo existen algunas reglas para poder diferenciarlas. Si sabemos cuáles son las características de cada una, sin duda no tendrás inconveniente en identificarlas con precisión.

En verdad, tanto interjecciones como onomatopeyas no se consideran palabras verdaderas, sino signos lingüísticos pregramaticales. Esto se debe a que no representan sonidos sino situaciones completas, lo que las vuelve ciertamente especiales. Cabe mencionar que muchas de estas palabras no siguen las normas básicas de nuestra gramática: por ejemplo, pueden carecer de vocales y aún así pronunciarse, con excepcionales reglas de pronunciación.

Ambas expresiones suelen utilizarse muchísimos en las historietas porque resultan sumamente representativas e ilustrativas.

Veamos las diferencias entre ambos tipos de palabras no verdaderas, onomatopeyas e interjecciones.

Características principales de las interjecciones

Las interjecciones son palabras o expresiones que sirven para expresar una impresión inmediata. Generalmente se usa para llamar la atención del interlocutor al que nos dirigimos, aunque también puede ser una especie de acto reflejo en el que canalicemos un dolor súbito o una sorpresa.

La mayoría de las interjecciones sirven para expresar sentimientos: alegría, tristeza, sorpresa, dolor y entusiasmo, y también para llamar la atención acerca de algo.

Hasta ahí es fácil distinguirlas. Sin embargo, también son interjecciones los nombres propios utilizados en un determinado contexto. Por ejemplo, si nuestra amiga Carla pasa a nuestro lado y no nos ve, pero queremos saludarla, le vamos a gritar su nombre para que se dé vuelta y podamos saludarnos. «¡Caaarla!»

Existen dos tipos de interjecciones: propias (sólo se utilizan como interjecciones; por ejemplo «¡Caramba!») e impropias (son verbos, adjetivos, sustantivos y sintagmas nominales que son interjecciones sólo en determinados casos; por ejemplo, si algo nos causa admiración y decimos «¡Increíble!», estamos usando la palabra como una interjección, pero en la oración «Marta tiene un increíble olfato», esta misma palabra funciona como adjetivo.

Características principales de las onomatopeyas

Las onomatopeyas son expresiones fijas que sirven para imitar sonidos o ruidos de situaciones de la naturaleza, movimiento de los objetos y colaborar con el locutor con más detalles acerca de lo que ha sucedido para que lo entienda.

Una onomatopeya también puede servir para representar situaciones complejas. Por ejemplo, podemos expresar la caída de un objeto sin tener que formular toda la oración sintáctica que explique lo que ha sucedido.

También son onomatopeyas los sonidos que imitan las voces de los animales y ciertos sonidos de la naturaleza.

Según el diccionario de la RAE es la imitación de algo a través de un sonido que la representa sin nombrar aquello a lo que representa.

Las onomatopeyas también se dividen en dos grupos: de ruidos y sonidos (cualquier expresión que represente sonidos y ruidos del Universo) y de animales (representan las voces de los animales, los sonidos que emiten para comunicarse). ¡Grrr! es la onomatopeya que sirve para imitar al tigre, por ejemplo.

Si bien algunas palabras se encuentran a mitad de camino entre ambas definiciones y tienden a confundirse, si tenemos en cuenta estas reglas podremos identificarlas fácilmente. Cabe mencionar para terminar que muchos teóricos tienen un gran conflicto respecto a las representaciones de los sonidos de los animales: hay quienes las consideran interjecciones y no onomatopeyas, porque representan sentimientos o sensaciones (del animal que las emite) cuando son usadas. No obstante, de momento, la Academia coincide con aquellos que clasifican estos sonidos como onomatopéyicos. ¿Y tú, qué opinas?

Y hasta aquí, nuestra entrega semanal de Taller Literario. ¿Te ha quedado clara la diferencia entre interjecciones y onomatopeyas? ¿Tienes dudas específicas? Puedes compartirlas conmigo en los comentarios y trataré de ayudarte a desvelarlas. Como siempre decimos, el lenguaje es una cosa plástica siempre evolucionando, por lo que cada día podemos aprender algo y mejorar exponencialmente nuestra comunicación. No dejes de visitar nuestra sección de Taller donde encontrarás una gran cantidad de textos similares a éste.

Comentarios1

  • Magnolia Stella Correa Martinez

    Gracias por este gran artículo.
    Sí, me queda una duda: se puede decir que la onomatopeya es definir con letras un sonido??? ejemplo: pio, pio; pum, pum... etc...



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