Un nuevo texto para nuestro Taller Literario, con consejos en torno al uso correcto de nuestro idioma.
Vamos a comenzar la semana con un nuevo capítulo para nuestro Taller Literario. En esta oportunidad nos detendremos sobre apuntes en torno a diferencias y similitudes en el significado de ciertas palabras. Una vez más te invito a pasarte por la Web del Español Urgente, donde hacen pie estos artículos, y por nuestra sección de Taller, donde podrás encontrar todos los artículos publicados hasta la fecha sobre ortografía y gramática española.
Formas válidas de dos verbos y dos sustantivos
¿Cuál es la diferencia entre los verbos «autenticar» y «autentificar»? Si el sentido que queremos darle es el de «asegurar que un documento o un hecho son auténticos o verdaderos», podríamos decir que ambos verbos comparte significado. Según el Diccionario Panhispánico de Dudas, entonces, es válido el uso de cualquiera de ellos en oraciones donde el verbo deba ajustarse a este sentido. No obstante, debemos saber que el primero fue anterior al segundo. De hecho, existen registros de su uso ya en la Edad Media. Y aunque en los últimos años se ha vuelto más masivo «autentificar», su uso es absolutamente vigente tanto en el entorno legal y administrativo como en el lenguaje coloquial de algunas regiones; por lo que no puede tacharse de incorrecto su uso.
Algunas palabras de origen extranjero tienden a generar en nosotros ciertas dificultades para su uso. Así entre los términos «lutier» y «luthier», con esa «h» intercalada, nunca sabemos si debemos mantenerla o no. Desde Fundéu nos ofrecen una explicación interesante que puede servirnos para extrapolar a otros casos que presenten dudas similares.
Las voces de origen francés «luthier» y luthería» se utilizan para denominar al artesano que fabrica instrumentos musicales de cuerda y al arte que engloba dicho trabajo respectivamente. Si bien es sumamente común la escritura con la «h» intercalada, se recomienda evitarla. Así, serían más correctas las palabras «lutier» (su plural es «lutieres») y «lutería», ya que se ajustan perfectamente a los sonidos y a las normas de nuestra ortografía.
Es importante señalar que si se utiliza la grafía con la «h» intercalada, al tratarse de un extranjerismo, es necesario escribir estas palabras en cursiva o entrecomillado, como recomienda nuestra norma en torno a la escritura de este tipo de palabras.
«Desconflictuar», un neologismo aceptado
Cuando queremos expresar que se han empleado ciertos mecanismos para rebajar la tensión o apaciguar la agitación en torno a un determinado se utiliza normalmente el verbo «desconflictuar»; la pregunta que suele surgirnos cuando lo vemos es: ¿realmente es un verbo correcto? Para todas las preguntas, Fundéu tiene una respuesta. A ver si te convence.
El neologismo «desconflictuar» es válido. Si nos vamos al extremo opuesto, al significado del verbo «conflictuar», descubrimos que su sentido sugiere la provocación de un conflicto entre dos o más partes o el sufrimiento de una lucha o preocupación interna. Aunque en España es un verbo poco utilizado, es sumamente común en países Latinoamericanos.
Si partimos de este verbo, y le anteponemos el prefijo des- (que sirve para otorgar sentido de inversión del significado del vocablo simple) sin guion ni espacio obtenemos el significado de «distender» o «apaciguar». Dicho vocablo es perfectamente correcto. No obstante, si no te suena adecuado puedes probar con otras formas para decir lo mismo, como podrían ser los verbos «apaciguar» o «distender».
Todo lo que encierra una quimera
Si nos pusiéramos a escarbar en los significados de todas las palabras, encontraríamos un maravilloso tesoro constituido de cruces, posibilidades y colores. Tesoros como éste: la palabra quimera alude a algo vivo. Según la Web del Español Urgente, en el terreno de la biología se utiliza desde hace mucho tiempo un sentido distinto al que los comunes mortales le damos. Significa «organismo vivo surgido a partir de tejidos con genética diferente».
Si pensamos en «quimera» acude a nuestra cabeza ese ser mitológico con cabeza de león y cola de dragón o quizá el sentido metafórico que parte de esa imagen: algo que se cree posible aunque su origen sea fantástico y a simple vista imposible. Pero si escuchamos o leemos este vocablo en el entorno de la zoología debemos recurrir a un tercer significado y pensar en un organismo simple que ha sido creado partiendo de genotipos distintos, lo que significa, de dos especies aparentemente irreconciliables. Es un término muy frecuente en los textos sobre tecnología genética. Así que si ves esta frase en algún texto de este tipo no pienses en lo imposible.
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