¿Qué comparten en su formación palabras como «alrededor» con expresiones tales como «en derredor»? Esta pregunta me surgió hace unas semanas, por esa forma extraña que tiene el lenguaje de preguntarse a sí mismo su origen.
Así, he estado hurgando en nuestro idioma hasta aterrizar en un fenómeno lingüístico que puede servirnos para entender este tipo de palabras: la metátesis.
Qué es y cómo se forma la metátesis
La metátesis consiste en un recurso del que disponemos los hablantes para mejorar nuestra dicción o para dotar de ingenio nuestra comunicación. El mismo consiste en cambiar de lugar los sonidos dentro de una palabra y anularlos o reubicarlos para que su pronunciación sea más sencilla. Es decir, se trata de un cambio fonético, que puede ser condicionado o sistémico, y que responde a la necesidad de los hablantes de volver más sencilla la pronunciación. Este concepto podría traducirse como «transposición». En algunos libros también se clasifica como figura retórica, posiblemente por el gran uso que se le ha dado en la poesía española del Siglo de Oro.
Para aclarar un poco más el concepto cabe señalar previamente que un cambio fonético es una alteración en el sonido de una palabra o en la cadena de sonidos que la forman que pertenece a los fenómenos que tienen lugar a un nivel fonético-fonológico de la Lengua. En el caso de este fenómeno en particular puede hablarse de cambios a dos niveles: uno de tipo estrictamente fonético y otro que abarcaría también la escritura de la palabra.
Asimismo los cambios fonéticos, y en particular las metátesis, pueden ser temporales o atemporales. Los primeros suceden cuando en una oración el hablante escoge cambiar de lugar los sonidos, son los fenómenos condicionados. Los segundos, los sistémicos, responden a las normas de la ortografía convencional y modifican las palabras sin importar el contexto, manteniéndose a lo largo del tiempo.
Existen algunas palabras, sin embargo, que han cambiado con el correr de los años, anulándose el metaplasmo que fue común en otra época. Esto ocurrió por ejemplo con palabras como «prelado» que debido a la metátesis derivó en «perlado» pero que al día de hoy ha recuperado sus sonidos tradicionales «prelado».
Tipos de metátesis
Existen dos tipos de metátesis. Cuando los sonidos se cambian estrictamente de lugar (intercambio) que se conoce como metátesis recíproca. Cuando sólo uno de los sonidos cambia su lugar, se llama metátesis sencilla o simple. Muchas palabras que usamos en el habla coloquial se han visto afectadas por esta regla. Así tenemos los términos latinos «animalia» que con la metátesis recíproca ha derivado en «alimaña», o el término «integrare» que al verse afectado por la metátesis simple se ha convertido en «entregar». Se dice que en este tipo de palabras hay sonidos que se han «metatizado».
Pero la clasificación es más amplia. Así, si la metátesis tiene lugar porque los sonidos que participan de ella son contiguos se llama metátesis de contacto y si están separados, metátesis a distancia. Asimismo, también es metátesis la formación de palabras mediante la haplología, que consiste en la supresión de una sílaba que se parece a otra en la misma palabra.
Es importante aclarar antes de terminar que en el habla cotidiana existen ciertos casos de metátesis que no se hallan aprobados por el diccionario de la RAE, por lo que debemos evitarlos. Tal es el caso de «cocreta» en lugar de «croqueta», «dentrífico» en lugar de «dentifríco», «neardental» por «neandertal» o «cholconeta» en lugar de «colchoneta».
Así, volviendo a la pregunta inicial. En «derredor» estamos ante un caso de metátesis que responde al tipo que se forma por haplología. Esta expresión une la preposición «de» con el nombre masculino «rededor» cuyo significado es «alrededor», para volver más sencilla la pronunciación se elimina una de las sílabas de la palabra; en lugar de «en derrededor» queda «en derredor». Esto podemos encontrar el diccionario Clave. En la web del español urgente se nos avisa, sin embargo, que en la actualidad se considera un giro literario, ya que es sumamente infrecuente su utilización en el habla cotidiana.
Comentarios1
muy interesante
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