Escritura de nombres propios con sustantivos genéricos

Vuelvo hoy con otro texto para nuestra Taller Literario.

En esta ocasión veremos algunos apuntes sobre ortografía. Voy a centrarme específicamente en la escritura de nombres propios cuando en ellos se incluyen sustantivos genéricos.

Este texto, al igual que la mayoría de este ciclo se apoya en publicaciones desarrolladas en la web del español urgente, que les recomiendo visitar en caso de dudas idiomáticas.
 
 

Mayúscula inicial en sustantivos genéricos

En ocasiones encontramos los nombres de ciertos lugares, compuestos con sustantivos de accidentes geográficos y un nombre propio, escritos totalmente en mayúscula; sin embargo, es incorrecto. Según las normas de nuestra ortografía los nombres comunes genéricos utilizados en un nombre propio no deben usarse en mayúscula inicial. Así deberíamos escribir: «mar Muerto», «arroyo Totalán», «cordillera de los Andes».

Dejo aquí un ejemplo para clarificar mejor la regla:

Sin embargo, ¿siempre ocurre así con los sustantivos genéricos? No, veamos ahora una excepción que tira por la borda esta regla y que también da lugar a confusiones.

Si el nombre genérico no designa una de las características del espacio al que hace referencia se entiende que el genérico es parte del nombre propio. Por ejemplo: «Río de la Plata» (no se trata de un río sino de un estuario). No debemos confundir, sin embargo con otras denominaciones un poco peculiares como mar Caspio, a simple se trata de un ejemplo similar al anterior, porque se trata de un lago y no de un mar; sin embargo, si nos regimos por la definición que el diccionario hace de «mar», encontramos que una de las acepciones es «lago de cierta extensión», por lo tanto, en este caso el genérico sí se encuentra relacionado con la naturaleza del lugar, razón por la cual debemos escribirlo en minúscula.

Cabe señalar que entre el nombre genérico y el nombre propio no deben utilizarse artículos. Sin embargo, si el nombre del lugar lleva artículo antepuesto, éste debe ir en mayúscula. Así, debemos escribir «La habana». Dejo un ejemplo para mayor claridad:

Volver al origen: repaso de escritura de sustantivos propios

Si vamos a lo básico de la regla de escritura de los nombres propios recordamos que siempre deben escribirse con mayúscula inicial para dejar en evidencia que no se habla de un sustantivo general sino de un sujeto en particular, que puede ser una ser vivo o una cosa (Laura), un lugar (Granada), una época (Renacimiento), un acontecimiento histórico (Batalla de Lepanto), un apellido (García), una dinastía (los Borbones), una constelación (Osa Mayor), un planeta (Marte), un astro (Luna), un signo del Zodiaco (Libra), una festividad (Día de la Independencia), una divinidad (Zeus), un libro considerado sagrado (Talmud), una marca comercial (Mercadona), un sobrenombre (Alfonso X el sabio), una institución (Organización de Naciones Unidas), un título de libro, película o disco (Interludio en Berlín).

Podríamos aquí hacer un pequeño apartado sobre los errores más comunes a la hora de escribir ciertos sustantivos que podrían parecer propios pero no lo son; tales como los nombres de las monedas (euro), de vientos (cierzo), de oraciones (avemaría), de meses (julio), de los días de la semana (miércoles), de las estaciones (verano). Existen, sin embargo algunas excepciones; estas son: las fechas históricas (Cinco de Mayo), las festividades (Viernes Santo) y los acontecimientos históricos (Primavera de Praga).

Debemos tener presente que existe en el archivo de la Academia todo un apartado referido a la escritura de nombres propios. Si bien en general se rigen por la norma normal de la lengua española, existen múltiples acepciones y siempre conviene revisar las reglas para escribirlos correctamente.

Y por aquí lo dejo hoy. Volveré pronto con más teoría en torno a la escritura de nombres propios, porque creo que es un tema que puede resultar muy interesante y sobre el que todos tenemos dudas alguna vez en la vida.