Expresiones diferentes pero parecidas

Hoy les traigo otro artículo sobre ayudas para mejorar nuestro lenguaje. En esta oportunidad vamos a hablar sobre algunas palabras que se parecen pero que tienen significados diferentes. Espero que les resulten útiles estos consejitos. Nuevamente los invito a visitar nuestro espacio de Taller Literario donde se encuentran las entregas anteriores de similar interés.

Hay, ahí, ¡Ay!

Como ya hemos visto en artículos anteriores, algunas palabras que a simple vista resultan similares tienen entonaciones y significados diferentes; esto es lo que ocurre con «Ahí», «¡Ay!» y «Hay».

El término ahí sirve para indicar un lugar o una dirección. Lo utilizamos por ejemplo para decir «Ahí te dejé las llaves» (En ese lugar te dejé las llaves), «Debes ir por ahí» (Debes ir por ese camino).

Hay sirve para indicar que algo existe; y es una de las conjugaciones del verbo haber. Podemos utilizarlo para decir por ejemplo «En la casa hay cuatro dormitorios» (La casa tiene cuatro dormitorios), «Todavía hay alguna posibilidad de ganar el partido» (Todavía existe alguna posibilidad de ganar el partido).

En lo que respecta a ¡Ay! es una exclamación que sirve para expresar sorpresa ante algo que desconocíamos. Podemos utilizarlo en frases como «¡Ay! Eso me dolió» (si recibimos un golpe que no prevenimos) «¡Ay, qué bellas flores!» (si las hemos visto de pronto y nos han sorprendido gratamente.

Cuando tu es en realidad tú

Por otro lado tenemos las palabras «tú» y «tu». ¿Cuándo debemos escribirla con acento y cuando no?

Si nos guiamos por las reglas de la acentuación ‘tu’ jamás debería llevar acento, tratándose de una palabra monosilábica; sin embargo, al haber dos usos muy diferentes para esta palabra, se utiliza la tilde en uno de ellos para poder distinguirla de la otra.

Cuando nos referimos al pronombre personal de la segunda persona del singular, ‘tú’ debe escribirse con tilde. Se utiliza para referirnos a alguien; en ejemplso como «Tú vales mucho más de lo que crees«. «Tienes que ser tú«.

Si en cambio nos referimos al pronombre posesivo de la segunda persona del singular, ‘tu’ no debe escribirse con tilde. Lo utilizamos cuando queremos indicar que algo pertenece o está relacionado con nuestro interlocutor; y puede aparecer en frases como: «Es tu hijo, no puedes dejarlo solo«. «Esta es tu recompensa«.

Cabe aclarar que muchas veces me he encontrado con la expresión ‘tí’ (Así, acentuada); pero es importante que recordemos que en este caso la tilde nunca debe escribirse al tratarse de un monosílabo que no tiene un compañero con el que pueda confundirse como ocurre con el caso antes mencionado.

Adverbios exclamativos e interrogativos acentuados

Y ya que estamos en el tema comparemos: que, qué; quien, quién; como, cómo; donde, dónde; cuando, cuándo.

Existe un truco que vuelve sencilla la distinción entre cuándo estos términos deben llevar tilde y cuándo, no. Si se encuentran encerrados entre signos de interrogación (¿?) o exclamación (¡!), deben ir siempre con tilde. Sin embargo, lo mejor es conocer las bases y distinguir el uso de cada palabra para actuar con mayor precisión.

Todas estas palabras acentuadas son adverbios pero suelen confundirse con ‘que, quien, como, cuando y donde’, que, si bien se pronuncian casi igual, tienen usos diferentes.

Para ser más claros podemos decir que ‘cómo’ se escribe con tilde cuando se utiliza para preguntar ‘de qué manera’ se ha hecho algo o cuando puede sustituirse por la locución ‘por qué’. En el caso de ‘cuándo’ y ‘dónde’ deben escribirse con tilde cuando se refieren a ‘en qué momento’ o ‘en qué lugar’ tuvo lugar un determinado acontecimiento o se encuentra ubicado algo o alguien.

A veces, sin embargo, algunas palabras se escriben con acento aunque no se encuentren entre ninguno de estos signos. Por ejemplo: «Me volvía constantemente con el deseo de descubrir quién era el que estaba siguiéndome«. En este caso se deja en evidencia la inquietud del hablante que se pregunta ‘¿quién está siguiéndome?’.

Como ven no es tan complicado hablar y escribir correctamente; basta con tener en cuenta una serie de reglas y respetarlas. Si aprendemos a utilizar las palabras de forma adecuada seguramente contribuiremos a la construcción de un mundo mejor; no debemos olvidar que la comunicación es una de las herramientas más potentes de las que disponemos para trazar un sendero claro y justo en esta vida. ¡Ánimo, que vamos por buen camino!