Hoy les traigo otro texto sobre lenguaje. En esta oportunidad regreso sobre algunos extranjerismos muy populares en nuestro tiempo que resultan un tanto innecesarios si tenemos en cuenta que en español contamos con palabras adecuadas para expresar lo mismo.
Vamos a zambullirnos en el mundo de la moda, un entorno donde los extranjerismos son muy comunes, e intentaremos arribar a las formas que propone nuestra Academia para denominar a cada cosa. Cabe mencionar que este artículo hace pie en un texto de Fundéu y se apoya en diversas publicaciones del DRAE.
No se olviden de pasarse por nuestro Taller Literario para descubrir todos los artículos que hemos publicado hasta el momento sobre ortografía y gramática española.
Nuevas caras en las pasarelas
Uno de los sectores que más importa palabras extranjeras es el mundo de la moda. Así, cuando se habla de nuevos modelos que se incorporan a las pasarelas, se suele usar el concepto de «new faces», aunque en nuestro idioma sería más apropiado decir «caras nuevas» o «rostros nuevos» o anteponiendo el adjetivo, «nuevas caras» o «nuevos rostros».
Según podemos leerlo en Fundéu, teniendo en cuenta que la voz anglosajona no aporta ningún matiz al concepto, su uso es innecesario.
El término «pasarela», también suele ser poco utilizado, por preferirse el anglicismo «catwalk»; pero ese pasillo estrecho por el que desfilan las modelos conviene que lo mencionemos con nuestra forma castellana que es más apropiada (y que podemos pronunciar con exactitud).
Estilos, cortes y adornos en la moda
Otros términos del mundo de la moda que pueden evitarse son «applique» que sirve para referirse a una decoración que se cose sobre una prenda; en su lugar, deberíamos decantarnos por «adorno», «decoración» o «aplique». Por otro lado, para la voz francesa «babouche», también tenemos una opción castellana, «babucha», y así podemos llamar al calzado que se caracteriza por tener un abertura en el talón y terminar en punta (de origen árabe, por cierto).
La famosa «chupa» con sus bolsillos laterales y sus cremalleras suele mencionarse con el anglicismo «biker», aunque contamos con ese término u otros como «cazadora», «chaqueta de cuero» y en algunos países «campera».
Para la voz «jacques» o «jaque», que denomina el traje con una chaqueta que termina en dos faldones en la parte trasera y que podría decirse que es el saco más elegante para el traje de un hombre, podemos decantarnos por la palabra «chaqué», ya incluida en nuestro diccionario de la Real Academia Española, y cuyo plural es «chaqués».
También es incorrecto el uso de «cachemire» o «cashemir» para hacer referencia a un tipo de prenda que se teje con pelo extraído de las cabras del Tibet (de una región de nombre Cachemira); en este caso se recomienda el uso de las voces «cachemir», «cachemira» o «casimir».
Por otro lado, para el extranjerismo «casual» (de pronunciación grave) tenemos palabras más adecuadas como «formal», «desenfadado», «ocasional», utilizado para referirse a un estilo que consiste en ropa cómoda, que no va de acuerdo a las normas del bien vestir de ciertos entornos.
Otros términos del mundo de la moda
Y ¿qué hay del término «celebrity»? Teniendo en español voces como «famoso» «popular», «celebridad» o «prestigioso», no hay necesidad de usar el anglicismo para referirse a las personas famosas de un determinado entorno.
«Fitting room» o «changing room» son otros dos anglicismos muy populares; usados para referirse a los cuartitos que hay en las tiendas para que podamos probarnos la ropa. La mejor forma de referirnos a ellos es como «probadores».
Otro concepto muy utilizado en nuestra época es «cheap chic» (por algo será) que se utiliza para referirse a las prendas de moda que puede adquirirse a buen precio. «Moda barata» puede ser una forma perfecta para denominar a este tipo de ropa.
El término «backstage» tan utilizado en nuestros días es absolutamente innecesario porque en español contamos con formas como «bastidores» o «bambalinas» que sirven perfectamente para referirse a ese espacio ubicado detrás de los escenarios o, en el caso del mundo de la moda y los desfiles, detrás de la pasarela.
Por último, un concepto que cada vez que lo veo me causa risa (porque recuerdo a Malena Alterio haciendo de Belén en Aquí no hay quien viva): «coolhunter». Sirve para referirse a aquella persona dedicada a descubrir cuales serán las nuevas tendencias y a elaborar un plan de desarrollo para la compañía en la que trabaje. En español contamos con palabras como «cazador de tendencias», «cazatendencias» o «rastreador», que pueden servirnos para expresar lo mismo.
Sin duda para estar a la moda no es imprescindible pasar de nuestro idioma, sino aprender a utilizarlo con más decoro. ¿No les parece?
Comentarios1
Muy interesante, mirándolo desde la óptica que le corresponde.
Condorandino.
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