Hoy toca otro texto sobre lenguaje. En esta ocasión revisaremos algunos conceptos cuya forma femenina ya ha sido aceptada por la RAE e intentaremos hacer algunas aclaraciones al respecto.
Las mujeres somos peatonas
Existen en español muchos sustantivos neutros; es decir, que pueden utilizarse indistintamente para referirse a una mujer o a un hombre. A veces ocurre, sin embargo, que asumimos que el femenino de una palabra es su forma masculina y la pifiamos. Así ocurre por ejemplo con el sustantivo «peatón» cuyo femenino es «peatona», aunque en muchos medios de comunicación se utiliza de forma incorrecta.
Cabe mencionar que ambas formas («peatón» y «peatona») se recogen desde la versión del diccionario de 1970 para referirse a una «persona que transita a pie por la vía pública». En ese mismo diccionario podemos encontrar además la regla fundamental para la formación de femeninos similares. Allí se establece que todo sustantivo agudo que termine en -n forma su femenino agregando una -a. Algunos ejemplos pueden ser: mandón/mandona, ladrón/ladrona y picarón/picarona.
En lo que respecta a peatona, si se lo desea, se pueden utilizar otros sustantivos que sí carecen de género por lo que pueden utilizarse indistintamente en hombres y mujeres. Estos son: transeúnte, caminante, viandante o paseante.
Incorrecto: «Una peatón, embestida por un colectivo en el centro de la ciudad».
Correcto: «Una peatona, embestida por un colectivo en el centro de la ciudad».
Asistenta es un término válido
Si bien estamos sumamente acostumbrados al uso de este femenino, ¿no les ha ocurrido alguna vez que dudaran de su validez? Pues, a partir de ahora ya no les sucederá: el femenino «asistenta» es absolutamente válido si se quiere hacer referencia a una mujer que hace el trabajo de asistente.
Esta forma, no obstante, no es tan antigua; recién fue aprobada en la vigesimotercera edición del Diccionario de la Academia, donde leemos que puede utilizarse para referirse a «una persona que, en cualquier oficio o función, realiza labores de asistencia«. De todas formas, no se tacha de incorrecta la otra construcción. Cabe señalar también que este sustantivo en su forma femenina tiene otra acepción que es la de «mujer que sirve como criada en una casa sin residir en ella y que cobra generalmente por horas».
Sea como sea, es importante que tengamos presente que si hace referencia a las personas que asisten a un lugar el sustantivo es invariable «las asistentes»; del mismo modo que no se modifica si el término cumple la función de adjetivo (la maestra asistente) o si hace referencia al trabajo de asistente social («la asistente social»).
Las pilotas no son mujeres piloto
Otro término femenino correcto es el de «pilota» para referirse a «una mujer que conduce un vehículo». No obstante, también puede utilizarse la forma «piloto» que es común para ambos géneros (la/ el piloto).
Según lo define la RAE así como ocurre con otras profesiones, la forma femenina «pilota» es absolutamente correcta; así como lo son «arquitecta», «abogada», «maestra».
Es importante, en este punto aclarar que sí existe una forma que conviene no utilizar «la mujer piloto». Teniendo en cuenta que estamos utilizando el artículo femenino, aclarar el concepto con el sustantivo mujer resulta innecesario.
Incorrecto: «Elena Rosell, la mujer piloto que disputará una prueba de Moto2».
Correcto: «Elena Rosell, la piloto que disputará una prueba de Moto2».
Correcto: «Elena Rosell, la pilota que disputará una prueba de Moto2».
Líder y talibana
Así como ocurre con sustantivos como poeta, «líder» es común e cuanto al género. De este modo, aunque también puede utilizarse la forma «lideresa», muchos la consideran algo peyorativa por lo que se prefiere la común a ambos géneros. Sea como sea, ambos son absolutamente correctos.
En el caso de los sustantivos femeninos que quieran acompañarse del adjetivo «talibán» debe utilizarse su forma femenina para que exista coherencia de género entre sustantivo y adjetivo. Dicho femenino es «talibana» el cual sirve para referirse a «aquello vinculado al movimiento integrista musulmán que surgió de la escuela coránica pakistaní».
Incorrecto: «Las autoridades achacan este tipo de incidentes a la insurgencia talibán».
Correcto: «Las autoridades achacan este tipo de incidentes a la insurgencia talibana».
Por otro lado, cabe señalar que la forma plural del concepto en masculino sería talibanes, su femenino es «talibanas».
Hasta aquí nuestros apuntes de hoy. No se olviden de pasarse por la Página del Español Urgente, donde podrán encontrar éstas y muchas otras aclaraciones de usos correctos de nuestro idioma.
Comentarios2
Qué importante es estar al día en la evolución de la lengua. Gracias por estos importantes artículos, Tes. Un abrazo.
Sin embargo, existen casos emblemáticos donde hay un abusivo empleo del género con el falaz argumento de defensa de los derechos feministas, deformando la lengua de manera aberrante, es el caso en Venezuela, donde hasta en el texto constitucional se comete el grave error de diferenciar palabras que en gramática son formas tácitas de sustantivos neutros pero que de manera empedernida pretenden imponer a tracas y a mochas sus formas femeninas... En el uso de la retórica, de la verborrea y de la charlatanería indudablemente que la política del régimen venezolano se destaca notablemente en cuanto al violar las normas de la gramática castellana y lo hace incluso en los textos legales, en nuestra Carta Magna se lee, por ejemplo “niños y niñas, ciudadanos y ciudadanas, venezolanos y venezolanas, trabajadores y trabajadoras, Presidente y Presidenta, diputados y diputadas, Ministros y Ministras; Gobernadores y Gobernadoras, Procurador y Procuradora, jueces y juezas, magistrados y magistradas, Defensor y Defensora, Directores y Directoras, designado y designada, elegidos y elegidas, candidato y candidata, científicos y científicas, creadores y creadoras, funcionario público y funcionaria pública, extranjeros y extranjeras…”; la razón es bastante sencilla, pretender cambiar todo lo históricamente establecido le proporciona buenos frutos ante un pueblo que ve con buenos ojos la irreverencia, la animadversión, la anarquía, el acrecentamiento del odio hacia las clases pudientes… y el destruir el academicismo es una forma de ahondar la brecha que unida al odio y la división logra de manera autocrática imponer caprichos de un resentido social ahora insepulto, y sin importar el daño al acervo cultural y la herencia a nuestras generaciones futuras, pretenden con ello “refundar” ilusamente el conocimiento y la sabiduría para sus millones y “millonas” de seguidores, ahora cada día más y más en merma; la ampulosidad es una de las marcas características de los genios intelectuales que asesoran el maquiavélico proceso de involución, esa misma ampulosidad y rimbombancia pareciese un perfecto distractor para ocultar lo que de fondo se proponen, saquear, llevarse los capitales a países socios o paraísos fiscales y dejar al país en la completa bancarrota… Para mayores detalles, visitar: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10201032301704168&set=a.10205404778453354&type=3&theater
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