La perífrasis verbal es la unión de dos o más formas verbales, que funcionan conjuntamente como una unidad. Se componen de un verbo que aporta el significado fundamental y aparece en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio), un verbo auxiliar conjugado y un elemento de enlace (preposición o conjunción) que puede aparecer o no.
Cabe destacar que el verbo principal, también conocido como verboide, actúa como núcleo sintáctico de un sintagma verbal.
Las perífrasis verbales varían de acuerdo a las reglas de cada lengua. La conjugación regular del castellano puede apelar a los aspectos perfecto o perfectivo (acción acabada) e imperfecto o imperfectivo (acción inacabada), y a los modos indicativo (modo de lo real u objetivo), subjuntivo (modo de lo irreal o subjetivo) e imperativo (modo del mandato).
En cambio, nuestra lengua no detalla matices como el comienzo, el desarrollo, la interrupción, la reanudación, la terminación, el resultado, la habitualidad, la retrospección o la prospección de una acción. Son las perífrasis verbales aspectuales las que aportan dichos matices.
Por otra parte, las perífrasis verbales de modo o modales son la que matizan la acción otorgándole la apariencia de posibilidad, probabilidad, capacidad y obligación objetiva o subjetiva.
Las perífrasis verbales aspectuales pueden ser ingresivas (señalan que una acción está a punto de comenzar: «Voy a comer»), incoativas (una acción que empieza en el momento que se dice: «Empiezo a leer»), durativas (una acción que ya se está desarrollando: «Estoy hablando»), egresivas (una acción acabada: «Dejo de estudiar»), reanudativas (se retoma la acción interrumpida: «Sigo estudiando»), terminativas (marcan el punto exacto de conclusión de una acción: «Termino de trabajar»), resultativas (la acción como resultado: «Ya tengo pensado»), habituales (la acción se repite varias veces: «Suelo cantar»), reiterativas (repiten la acción una vez: «Vuelvo a viajar»), durativas retrospectivas (retoman una acción desde el pasado y la hacen continuar en el presente: «Llevo viajando varias horas») o durativas prospectivas (la acción comienza en el presente y se prolonga hacia el futuro: «Yo voy dictando y tú vas anotando»).
Las perífrasis verbales modales, por su parte, pueden ser de obligación («Tengo que irme», «Debe dejar eso ahora») o de posibilidad («Puedo encontrar una salida»).
Comentarios2
Los felicito por esta página. Me parece muy interesante e ilustrativa.
Me gustaría conocer más sobre la obra del poeta colombiano Jorge Robledo Ortíz, con obras como siquiera se murieron los abuelos y cuento de mar. Mil gracias.
complejo texto, a ver si se arroja más luz!
😉
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