Hoy volvemos con nuestros artículos sobre ortografía. En esta oportunidad les traigo una serie de términos que, dada su gran difusión en el habla cotidiana, han sido finalmente aceptados como válidos en el ámbito académico.
Mensajear, un verbo aceptado por la RAE
En los últimos años se puso muy de moda el verbo «mensajear» para hacer alusión al acto de enviar mensajes electrónicos. Y aunque pueda resultarnos algo extraño este uso, se encuentra perfectamente aceptado por la Real Academia.
Cabe mencionar que, si bien es un verbo, cuyo uso ha surgido del habla cotidiana, se basa en una estructura perfectamente aceptable. Surge de la combinación del sustantivo «mensaje» con el sufijo -ear presente en otros verbos similares como teclear, escanear o incluso tuitear y, al igual que estos, ya se recoge en el Diccionario de uso Clave. Allí leemos que su significado es «enviar un mensaje corto de un teléfono móvil a otro». Asimismo es un verbo que puede conjugarse de forma pronominal «nos mensajeamos».
Teniendo en cuenta estas consideraciones no debemos destacar de ninguna forma el uso de estos términos (cursiva o entrecomillado) ya que son conceptos perfectamente aceptados por nuestra Academia.
Evento y hándicap, términos aceptados por la RAE
Otro término que se ha vuelto sumamente popular en los últimos años es «evento» para hacer referencia a un suceso importante y de tipo programado. En español contamos con muchos sustantivos perfectamente aplicables a este sentido, como: suceso, fiesta, celebración, función, acto, entre muchos otros, siempre eligiendo en base al contexto. De todas formas, «evento» es un término correcto en todo el territorio hispanohablante.
La incorporación de este término al diccionario de la Lengua Española responde al difundido uso que de él se hacía en países como Cuba, El Salvador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Sea como sea, siguen prefiriéndose términos más específicos provenientes de nuestra lengua.
Un término que lleva dando vueltas en nuestro lenguaje cotidiana desde hace varios años es «hándicap», una incorporación tomada de la voz anglosajona handicap. Y, si bien, hace unos años desde la Academia de las Letras se prefería y se recomendaba el uso de otros términos tales como desventaja, obstáculo, inconveniente o impedimento en detrimento de este término recientemente divulgado; al día de hoy ya se ha incorporado como válido, siempre y cuando respetemos la acentuación. De hecho, aunque las otras opciones continúan considerándose válidas, esta voz ya se ha incorporado al Diccionario académico de nuestra lengua.
De este modo el término «hándicap» (con acento ortográfico en la primera «a») sirve para referirse a la «desventaja o circunstancia desfavorable». En lo que respecta al plural, su forma correcta es «hándicaps».
Incorrecto: «Cuenta con el apoyo de parte de la afición por su esfuerzo y entrega, pero tiene el handicap de la edad».
Correcto: Incorrecto: «Cuenta con el apoyo de parte de la afición por su esfuerzo y entrega, pero tiene el hándicap de la edad».
Repeler y desnutrición, formas adecuadas
A continuación veremos otro verbo, «repeler» que, aunque pueda parecer curioso es muy común encontrar un uso inapropiado del mismo. En las crónicas periodísticas suele utilizarse muchísimo este verbo para frases como «repeler un disparo»; no obstante, muchas veces podemos hallarlo escrito como «repelir».
Es importante que estemos atentos para no cometer errores como este y, en caso de no estar del todo seturos de cuál es su forma correcta podemos reemplazarlo por otros verbos como rechazar o despejar.
Incorrecto: «Los centrales y el portero se limitaron a repelir todos los balones».
Correcto: «Los centrales y el portero se limitaron a repeler todos los balones».
Otro uso inapropiado es el de «malnutrición» en lugar de «desnutrición». En este caso el error se vuelve todavía más importante porque implica el uso de un término que tiene otra acepción por lo cual, puede dar lugar a confusiones.
La «desnutrición» es el nombre que recibe uno de los trastornos de alimentación que se encuentran englobados en el concepto de «malnutrición». De hecho, para referirse a cualquier trastorno de la nutrición se puede utilizar «malnutrición» pero si queremos hacer referencia específicamente al:
…el término adecuado es «desnutrición». ¡Matices! ¿qué haríamos sin ellos? Sólo es cuestión de prestar un poco más de atención cuando nos comunicamos para conseguir ofrecer un mensaje claro y correcto.
Comentarios2
Muy interesante. y es necesario que lo divulguemos para que tomemos en cuenta cuando hablamos o escribimos.
Gracias.
Muchas gracias, Rafael. Aunque no creo que debamos vivir atados a las normas lingüísticas sí considero que el conocimiento es el mejor punto de partida. Un abrazo.
Estudiadas con detenimiento estas importantes reglas ortográficas. Gracias, Tes.
¡Gracias! A ver si se me graban a mí, jeje.
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