¿Sabes qué es un acrónimo recursivo?

Hoy te traemos un artículo diferente al Taller Literario. Vamos a analizar los tipos de acrónimos que existen.

Específicamente nos centraremos en acrónimos recursivos. ¿Sabes cómo se forman y para qué sirven? Aquí te lo contamos. Te invitamos también a visitar nuestra sección de Taller Literario para encontrar una gran variedad de artículos sobre gramática y ortografía.

¿Qué es un acrónimo?

Un acrónimo es una palabra formada por la combinación de elementos de varias palabras que conforman una idea. Por ejemplo: Ofimática es el acrónimo formado con las palabras «oficina» e «informática». También existen acrónimos formados por varias siglas que hacen referencia a los elementos que conforman el sustantivo. El acrónimo se caracteriza por poder pronunciarse fácilmente, como una palabra.

Antes de pasar al tema que nos convoca (acrónimos recursivos) vamos a repasar las diferencias entre acrónimo y sigla.

El término sigla sirve para referirse a la palabra que se forma con las letras iniciales de los términos que conforman un concepto, una expresión más compleja. También cada una de estas letras recibe este nombre.

Las siglas se escriben con todas las letras en mayúscula y sin tilde ortográfica. Asimismo, no debe escribirse punto separando las diferentes letras que conforman una sigla ni tampoco forman su plural agregando ‘s’. Veámos un ejemplo.

Dicho esto podemos concretizar diciendo que un acrónimo es una sigla, pero no necesariamente ocurre lo mismo al revés. Los acrónimos, además, pueden convertirse en palabras plenas que se utilizan como nombres propios o sustantivos propios. Cuando esto ocurre, los acrónimos se escriben con inicial mayúscula y el resto de la palabra en minúscula.

Cuando son nombres propios los acrónimos suelen conformarse de cinco letras y pueden o no llevar tilde, dependiendo de la acentuación, y adaptándose a las normas clásicas de acentuación.

¿Qué es un acrónimo recursivo?

En su significado el acrónimo recursivo hace referencia a aquellos acrónimos en los que una de sus siglas (generalmente la primera) hace referencia a todo el acrónimo.

No obstante, generalmente, las siglas de un acrónimo recursivo se vuelven indivisibles entre sí. Por esta razón, en el uso, el propio acrónimo va adquiriendo forma y se convierte en un sustantivo válido, una forma total de nombrar a aquello a lo que hace referencia. Por ejemplo: PHP es un acrónimo recursivo; porque aunque el concepto se forma con las palabras Personal Home Page, generalmente no se usa el nombre completo. No obstante, muchas veces se lo presenta como «PHP Hypertext Preprocessor», consiguiendo que la sigla ‘P’ ya lleve inscrito en su sentido lo de «Personal Home Page».

El acrónimo recursivo, que también puede denominarse acrónimo recurrente sólo usa las iniciales de las palabras claves y con ellas compone su sentido. Y la primera letra siempre representa al acrónimo propiamente dicho.

Los acrónimos recursivos son sumamente frecuentes en el mundo de la informática y los medios de comunicación modernos. Se suele utilizar para hacer referencia a proyectos de software o nuevas tendencias. Un ejemplo de acrónimos famosos es «Bing», el nombre del popular buscador. En este caso, aunque nos referimos a él simplemente con esta palabra, el nombre incorpora en su significado los términos «Bing is not Google» («Bing no es Google»), pero ni siquiera necesitamos saber eso para poder utilizarlo y hacer nuestras búsquedas.

La diferencia entre los acrónimos comunes y los acrónimos recursivos es que estos últimos no tienen que explicar del todo su sentido. Generalmente se alude a ellos con su primera letra asumiendo la integridad del significado del concepto.

Dicho todo esto, parece que ya está bastante clara la diferencia entre acrónimo y sigla, y también las diferencias entre acrónimo a secas y acrónimo recursivo. ¿Comenzamos a utilizar correctamente estas construcciones? Si tienes alguna duda relacionada con el buen uso de nuestro idioma, déjanos un comentario y trataremos de responderla en futuras publicaciones. Tengamos siempre presente que cuanto más conozcamos nuestro idioma mayor será nuestra destreza para utilizarlo.