El año pasado, Poemas del Alma definió al sintagma como una «agrupación lineal de palabras relacionadas entre sí que se organizan de acuerdo a las reglas gramaticales de una lengua».
Por ese entonces, los lectores tuvieron oportunidad de saber que, de acuerdo a sus características, estas unidades de función sintáctica recibían diferentes denominaciones, tales como nominales, preposicionales, verbales, adjetivales y adverbiales.
Como ya se ha hecho costumbre en los talleres de Poemas del Alma, no vamos a explicar todos los sintagmas en un mismo artículo sino que hoy, los protagonistas de la información son los sintagmas preposicionales (SP).
Estos sintagmas (también llamados construcciones preposicionales), son aquellos que, tal como se desprende de su nombre, están compuestos por una preposición u otro tipo de aposición que funciona como núcleo predicativo, así como por cualquiera de los otros tipos de sintagma, aunque no es frecuente que aparezcan en estas construcciones sintagmas adjetivales o adverbiales.
Recordemos, por otra parte, que las preposiciones son aquellos términos inalterables que introducen elementos nominales u oraciones subordinadas sustantivas con el fin de vincular palabras. A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras, mediante, durante, extra, pro y vía son las preposiciones admitidas por la Real Academia Española (RAE) en su lista oficial.
«Sólo puedo ofrecerle el menú del día», «Prefiero el café sin azúcar», «Necesitamos otra cuchara de madera», «Nora sufrió por amor», «Roque descuidó a su hija» y «Vete pronto para allá» son algunas de las oraciones que pueden citarse a la hora de dar ejemplos prácticos de esta clase de sintagma que puede aparecer como complemento de régimen de un verbo, complemento directo de una persona, adjunto dentro de un sintagma verbal o nominal o como complemento preposicional de un nombre, adjetivo o adverbio.
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