Sustantivos diminutivos

Si uno acumula la información proporcionada por Poemas del Alma a través de sus talleres, es posible que se sienta algo abrumado por la enorme cantidad de grupos, clasificaciones y subtipos de sustantivos, adjetivos y oraciones existentes.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a medida que vamos incorporando los conceptos, el reconocimiento de cada una de las categorías correspondientes a cada término o enunciado se vuelve más simple.

En esta ocasión, por ejemplo, la idea es explicar en qué consisten los sustantivos diminutivos. Como su nombre lo indica, esa clase de palabras tiene como fin designar a cosas, animales, personas y fenómenos caracterizados por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad.

Ahora bien, recordar el resto de las clasificaciones correspondientes a los sustantivos nos ayudará a identificar a un mismo término dentro de diferentes categorías. Este proceso de reconocimiento general, como mencionamos líneas arriba, no es complicado pero lleva su tiempo.

En este caso en particular, se puede decir que, por sus características, el sustantivo diminutivo puede ser tanto masculino («libritos», «vasito», «fueguito», «caramelitos», «perrito», «zapatito») como femenino («casita», «ramitas», «niñita», «camitas», «estrellita», «piedritas»), singular («animalito», «pantaloncito», «campito», «pianito») o plural («relojitos», «guitarritas», «lucecitas», «florcitas») e, incluso, ser a la vez individual («arbolito», «pelotita», «escalerita», «sombrerito»).

«Ventanita», «lunita», «mesitas», «pastito», «pajaritos», «cartita», «flechita», «autitos», «avioncito», «telefonito», «arenita», «silloncitos», «globito», «rueditas», «gatitos», «vientito» y «piernitas» son otros de los ejemplos que se enmarcan dentro de esta categoría de sustantivos que dejan al descubierto la existencia de un «universo hecho de pequeñas cosas», tal como dice Alejandro Sanz en una de sus canciones.