Aquellos lectores que, día tras día, encuentran en los talleres de Poemas del Alma una buena opción para aclarar sus dudas respecto al lenguaje, habrán notado que, en materia de sustantivos, la información es amplia y muy variada.
Por esa razón, el sitio centra la atención desde hace bastante tiempo en este tipo de palabras que, según sus características, puede ser clasificada de distintas formas. Así, pues, ya hemos explicado qué son los sustantivos comunes, los colectivos, los compuestos, los abstractos y los propios.
Como las categorías están lejos de agotarse, hoy vamos a hacer referencia a los gentilicios, aquellos sustantivos que informan del lugar de nacimiento, ya sea respecto al país, región, provincia o continente, de una determinada persona, animal o cosa.
De acuerdo a la información proporcionada por la Real Academia Española (RAE), el término gentilicio proviene del latín gentilitius y, tal como citamos en el párrafo anterior, se relaciona a la gente o sus naciones.
Por lo general, los gentilicios se forman a través de un sufijo, que puede ser -no (como en el caso de «chileno», «boliviano», «montevideano» y «peruano»), -ense (como sucede con «estadounidense», «costarricense», «nicaragüense» y «bonaerense»), -í («israelí» o «iraquí»), -eño («salteño», «panameño» y «caribeño») y -és («cordobés», «holandés», «portugués» y «finlandés»), entre otros.
Es importante destacar también que los gentilicios no siempre aparecen utilizados como sustantivos, sino que también funcionan como adjetivos. En este último caso, el gentilicio indica que el sustantivo calificado proviene de ese determinado país, ciudad o continente.
«Un uruguayo ganó el Premio Nobel», «Los mexicanos perdieron el campeonato», «Ese nigeriano vende joyas» y «Para los españoles la decisión fue injusta» son ejemplos de oraciones donde el gentilicio adopta el rol de sustantivo, mientras que en casos como «Ese autor es guatemalteco», «Tenemos un vecino cubano», «Le obsequié un perfume francés» y «Liberaron a los rehenes africanos», los gentilicios funcionan como adjetivo.
Comentarios2
Nunca me van a alcanzar las palabras de agradecimiento, para con uds...todo lo que leo...en esta página, es interesante...y enriquecedor....
Este tema de las variaciones de las palabras, depende de como se encuentren en el texto, es un tema a trapante,...y los que nos dedicamos a enseñar...a veces no lo reflexionamos con nuestros alumnos...., a veces por falta de tiempo...o aveces porque creemos que ellos tienen que darse cuenta solos...y muchas veces no es así,....y cuando nuestros niños no comprenden lo que leen,,, no nos explicamos porqué....
Un gran abrazo argentino....jajaja.......de Ani...
Algo que no he visto en nadie, yo lo suelo usar en escritos entre mis amigos. Pero siempre hay tiempo de inventar algo nuevo. Es convertir un sustantivo gentilicio en verbo... pero demasiado no me animo, porque se me antoja que puede tomarse como una forma de destacar lo reprobable en alguien, aunque no lo haya querido. Por ejemplo: soy argentino, por lo que esta oración... "Estoy argentineando" puede entenderse como que estoy tomando mates o que estoy haciendo un piquete. "El vecino se argentineó", que mi vecino se fue a comer un asado, o estuvo peleando. Con mis amigos escritores a estos sustantivos los bauticé "verbilicios". quiero ver si me pueden dar su opinión al efecto... muchas gracias
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.