Términos relacionados con la salud mental y el mundo rural

 
 
Voy a comenzar la semana con un texto nuevo para nuestro Taller Literario. Al igual que vengo haciéndolo desde hace tiempo, me apoyo en la construcción de este texto en publicaciones de la Web del español Urgente, que nadie debería dejar de visitar. En esta ocasión para aclarar algunos conceptos relacionados con la salud mental y el entorno rural.
 
 

Algunos conceptos relacionados con la salud mental

Muchas veces cuando tenemos que redactar artículos sobre temas con los que no estamos tan familiarizados solemos tener muchísimas dudas. Uno de los temas a los que me he enfrentado últimamente es a la denominación de ciertos temas dentro área de la salud mental. Si te encuentras en las mismas, es posible que estas claves te sirvan para mejorar tu escritura en esta temática.

Cuando queremos hacer referencia a una persona que padece alguna patología mental lo recomendable es denominarla «persona con trastorno mental» o «persona con problemas de salud mental» en lugar de «enfermo» o «enferma mental», mucho menos «loco» o «perturbado». Aunque se trata de un simple matiz, al decir «persona con problemas de salud mental» se está dejando en evidencia que se trata de una de las características del individuo pero no que lo estamos definiendo de acuerdo a ella, como es el caso de las segundas opciones.

Otra cosa que se desaconseja es la denominación de los individuos de acuerdo a la patología que padecen. De este modo no deberíamos emplear términos como «esquizofrénico», «psicótico» o «anoréxico» para referirnos a aquellas personas que han recibido un determinado diagnóstico; puede resultar peyorativo y priva a dichas personas de otras de sus características.

Asimismo, si queremos hablar de los hospitales o instalaciones donde se tratan trastornos mentales no debemos denominarlos «manicomios» sino «centro de salud mental», «centro de día» o «centro de rehabilitación» de acuerdo al tipo de tratamiento que cada uno ofrezca. Del mismo modo, no debe hacerse referencia al ingreso como el internamiento, la reclusión o encierro.

Por último, es importante tener cuidado en los usos que hacemos del lenguaje para referirnos a un determinado diagnóstico. Lo apropiado es referirnos a ellos con el concepto de «trastorno mental» (y no «discapacidad intelectual») si se trata de un problema de salud que no tiene asociada una disminución en las capacidades intelectuales de quien la padece. Así, dolencias como la esquizofrenia, la depresión o el trastorno límite de la personalidad no pueden denominarse discapacidades intelectuales porque no suponen un daño en el cerebro.

Si tienes más dudas, puedes consultar aquí la Guía de Estilo desarrollada por la Confederación Española de Salud Mental

«Mundo rural», mejor que «el rural»

El segundo punto está relacionado con una sustantivación muy común en el mundo del periodismo pero que no es del todo correcta porque denota una cierta ambigüedad. En la web de Fundéu encontramos un interesante texto en torno a ello, que parte del ejemplo de «el rural» como representación del mundo del campo, que se desaconseja. Partiendo de este ejemplo, podemos llegar a un sentido amplio que abarca muchos contextos y sustantivaciones distintas; algunas de las cuales de uso no recomendable.

Existen muchas construcciones que pueden servirnos para referirnos a un entorno alejado de la ciudad: «el mundo rural», «el sector rural», «la vida rural» o «el campo», todas ellas más recomendables que la forma «el rural».

Si nos dirigimos al Diccionario de la RAE encontramos la siguiente definición para el adjetivo «rural».

Sólo hay un caso en el que se puede usar la expresión «el rural» y es en aquellas oraciones en la que se pone en comparación el mundo de la ciudad y el entorno rural; como en el siguiente ejemplo:

En este caso, la segunda vez puede omitirse el sustantivo porque se puede recuperar fácilmente el antecedente al que hace referencia y califica. Pero si no hay antecedente expreso, es incorrecto usar el adjetivo con forma de sustantivo porque aunque cuando un adjetivo va acompañado de un artículo tiende a sustantivarse, si se trata de una realidad se desaconseja este uso porque puede dar lugar a interpretaciones confusas.