Hoy nos toca otro texto de esos en los que investigamos el significado de las palabras y sus usos, buenos y malos. Espero que les resulte de utilidad.
Santuario no es lo mismo que refugio
En España existen cada vez más refugios en los que un grupo de voluntarios se dedica a rescatar animales de granja y ofrecerles una vida feliz en un espacio que se encuentra lejos de la manipulación de la industria animal: un hogar en la que la muerte sólo tiene cabida por causas naturales. Muchos de estos lugares se autodenominan santuarios, posiblemente porque este tipo de iniciativas vio la luz en primer lugar en los países anglosajones. No obstante, quizá estamos ante un mal uso de la palabra. Veamos.
Últimamente el término también es utilizado para referirse a esos lugares en los que se refugian grupos terroristas, aunque parece no ser del todo correcto. Según lo encontramos en la RAE este uso equívoco se debe a que se toma del calco inglés «sanctuary» que hace referencia a aquel sitio en el que se protege a alguien de algo; posiblemente los santuarios de animales también se basan en esta definición.
Si nos vamos a las definiciones que la RAE hace de ambos conceptos, encontramos lo siguiente:
Respecto a este mal uso existe toda una entrada, por demás interesante, en la página del español urgente donde se nos alerta de que se trata de una mala influencia de lo que la lengua anglosajona provoca en nuestro lenguaje.
Cuando una palabra no tiene un término semejante en nuestro idioma se permite su utilización siempre que se respete la grafía de estos extranjerismos; como ocurre por ejemplo en términos como snowboard o leggings. Pero cuando una palabra sí puede ser traducida se prefiere el uso castellano, como sucede en términos como subprime en cuyo lugar se aconseja el uso de hipotecas basura. Pero hay palabras que se conocen como los falsos amigos (términos que se escriben o pronuncian de forma similar en ambos idiomas pero que poseen significados diferentes) y que pueden traernos serios problemas de traducciones. Con sanctuary ocurre esto, ya que se lo acerca al significado de santuario cuando en realidad su verdadero significado es el de refugio.
Dicho esto sólo queda agregar que cuando queremos referirnos a los lugares en los que los delincuentes pueden moverse sin problemas, donde se protegen de la ley, conviene que nos decantemos por el término refugio o alguno de sus sinónimos (escondite, albergue) y lo mismo vale para los lugares donde rescatan animales del maltrato. Dejemos los santuarios para aquellos que, ávidos de un milagro, peregrinan hacia esos templos dedicados a venerar a algún tipo de deidad.
Incorrecto: «Pakistán detiene al número 3 de los talibanes en su santuario de Quetta»
Correcto: «Pakistán detiene al número 3 de los talibanes en su refugio de Quetta»
Expatriados y emigrantes
Y ahora dos palabras que me gustan especialmente: emigrante y expatriado. Hace tiempo que quería entender la diferencia entre ambos conceptos y creo que, finalmente, he dado con la respuesta. A ver qué les parece.
Según la página del español urgente el concepto de «expatriado» sirve para referirse a una persona que abandonó su país de origen para emigrar y ponerse a trabajar en otro. El fenómeno de la expatriación, por ejemplo, se utiliza para hablar exclusivamente de la gente que, por no encontrar ofertas laborales y un porvenir económico en su tierra se muda en busca de oportunidades.
Es importante señalar que en el diccionario el término no está recogido con esta acepción, siendo un expatriado alguien «que vive fuera de su patria»; no obstante, en el habla coloquial se ha difundido más el término para mencionar al personal que una empresa traslada de forma temporal para trabajar en otro país. En ese sentido, el término se opone al de impatriado que sirve para referirse a alguien que es traído a un país para trabajar.
A diferencia de términos como inmigrante que muchas veces puede ser utilizado con un sentido peyorativo, expatriado resulta más objetiva y, en muchas ocasiones, se utiliza incluso para referirse a alguien que simplemente vive fuera de su país de origen para evitar malentendidos.
Para terminar, en la Fudéu nos recomiendan no utilizar el acortamiento del término expatriado como «expat» ya que no responde a las pautas que se exigen para el acortamiento en las palabras de nuestro idioma.
Y hasta aquí nuestras sugerencias de hoy. No se olviden de visitar nuestro taller literario donde encontrarán toda clase de artículos relacionados con nuestro lenguaje.
Comentarios1
Curiosos matices. Aprendidos.
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