Repasamos la escritura de topónimos, gentilicios y de dos extranjerismos.
Terminamos la semana con un nuevo texto para nuestro Taller Literario. En esta ocasión repasaremos algunas reglas de los topónimos y gentilicios y luego dos anglicismos que podemos reemplazar con facilidad en nuestro idioma.
No olvides visitar la Web del Español Urgente, en la que nos apoyamos para revisar nuestras ideas y conceptos en torno a la lengua.
Diferencias entre topónimos y gentilicios
Existen dos tipos de palabras que son sustantivos para referirse a lugares y personas que habitan esos lugares: topónimos y gentilicios. Veamos la diferencia entre ambas.
¿Qué son los topónimos?
Con el nombre de topónimo se conocen aquellas palabras que se utilizan para denominar un lugar, región o país. Pueden formarse siguiendo las características geográficas o físicas del espacio o por cosas vinculadas a su historia o a su lengua.
Los antropónimos, por su parte, son los nombres propios que sirven para designar a las personas; se utilizan para diferenciar entre personas de un mismo lugar.
Existen tantos topónimos como sitios sobre la tierra; aprender a denominar a cada lugar como corresponde es una buena forma de reconocerlo y distinguirlo de otro.
¿Qué son los gentilicios?
Los gentilicios son adjetivos tomados de un sustantivo que sirven para referirse alas personas que provienen de un lugar geográfico específico. Está vinculado a las gentes o naciones, según podemos leer en el Diccionario de la Real Academia de la Legua.
Los gentilicios y los topónimos se encuentran relacionados, pero no sirven para lo mismo; de hecho, la forma en la que se construyen es diferente. Teniendo en cuenta esto es fácil distinguirlos. Mientras que el topónimo Murcia sirve para referirse a este sitio de España, el gentilicio murciano/murciana sirve para hablar de las personas que provienen de este lugar.
Cuando los topónimos llevan artículo
Algunos topónimos empiezan con una palabra que indica un tipo de división u organización política. En estos casos es conveniente acompañar la denominación con un artículo. De este modo, decimos ‘el Reino Unido’ y no directamente ‘Reino Unido’.
En otros casos, el uso del artículo resulta opcional y, dependiendo de la oración y el contexto incluso es recomendable evitarlo. Es el caso de topónimos como Argentina, Perú o África.
Es importante señalar que el artículo no forma parte del sustantivo propio en ningún caso, por lo que siempre debe escribirse con inicial minúscula. Salvo aquellos casos en el que todo el topónimo se forma con el artículo, es decir, que este forma parte del nombre propio, como es el caso de ‘El Cairo’, ‘La Paz’ o ‘La Biznaga’.
Para reforzar estas ideas te dejamos dos ejemplos.
2 extranjerismos que podemos evitar
En esta última parte del artículo vamos a repasar algunas ideas en torno al uso de dos conceptos que de un tiempo a esta parte se vienen utilizando y sus posibles formas en nuestro idioma.
Missing trader es un término anglosajón que sirve para referirse a aquellas empresas que cometen fraude con el IVA intracomunitario. Es decir, aquellas empresas que desaparecen de la Unión Europea sin haber pagado el IVA por la compra y venta de mercancías que adquirieron en otro Estado Miembro de la UE.
En español contamos con la forma ‘operador desaparecido’ que sería completamente apropiada para denominar a este tipo de instituciones.
Otra forma de denominar a este tipo de empresas dentro del argot propio de los empleados del Ministerio de Hacienda, es ‘trucha’, pero podría ser un término menos específico por lo que no siempre sería recomendable su usuo.
Coming of age es un extranjerismo que se viene usando mucho en nuestro idioma para referirse a aquellas obras de iniciación o aprendizaje. En español contamos con estas denominaciones que son perfectamente claras y tienen su tradición en nuestro idioma.
Este anglicismo se escribe muchas veces con guiones intercalados y suele aplicarse a las producciones culturales en las que se puede distinguir con claridad la evolución emocional y psicológica de los personajes, avanzando por su vida desde la infancia hasta la madurez con cierto lujo de detalles.
Es un término surgido en el ámbito literario a partir del concepto alemán ‘bildungsroman’, que significa ‘novela de aprendizaje’ o ‘novela de formación’. En español se suelen utilizar estas dos formas o también ‘novela de iniciación’; pertenecen a un tipo de novelas que, generalmente, son escritas al principio de la carrera del autor o la autora. En la actualidad es también un concepto que se utiliza frecuentemente en el mundo del cine.
Pese a que en español contamos con conceptos perfectamente adaptados y con cierta tradición, no es raro encontrarse en publicaciones culturales este extranjerismo con total soltura; no obstante, te recomendamos evitarlo.
Una vez dicho esto cabe recordar que, en el caso de decantarnos por el extranjerismo, es necesario escribirlo entrecomillas o en letra cursiva para indicar que se trata de un término especial.
Y hasta aquí llegamos con este nuevo capítulo para nuestro Taller Literario. No olvides visitar nuestra sección dedicada al repaso de teoría de nuestra Ortografía y Gramática.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.