Usos de la coma. Segunda parte

La semana pasada conversamos acerca de algunos de los usos correctos de la coma. Aquí puedes leer el artículo.

En este segundo texto te traemos más ejemplos, que no viene mal repasar. Cómo debemos usar la coma en conjunciones, locuciones y subordinadas. La coma, esa indispensable aliada que, en ocasiones, tergiversa nuestro mensaje, es uno de los grandes desafíos a resolver para escribir correctamente. No te olvides de visitar Fundéu, en la que basamos todas estas publicaciones, por ser el sitio de referencia más interesante para hispanohablantes.
 

Conjunciones y locuciones

Vimos cuál es el uso correcto de la coma en enumeraciones y cuando acompaña al sujeto, donde no debe separar la parte del sujeto de la parte del verbo, es decir, la famosa coma criminal. En la primera parte puedes conocer mas detalles sobre este tema.

En las locuciones que se introducen con las frases «ya que», «pues» y «puesto que», debe escribirse coma entre esta primera parte y el resto de la oración. Ya sea que se explique a continuación la hipótesis introducida en la primera parte o se vaya a explicar el porqué de un hecho explicado en la oración principal.

Siguiendo con esta explicación, no debemos olvidarnos de que cuando estos conectores aparecen al comienzo de la oración, la oración subordinada que introducen debe escribirse entre comas.

Esta misma norma es válida cuando usamos el conector «que» para representar un valor causal, tal como podemos leer en la Web del español Urgente.

Coma en oraciones subordinadas

Seguimos con este artículo sobre las comas bien usadas. Pasemos ahora a las oraciones en las que la coma acompaña a la palabra «porque», ¿sabes cuándo es correcto y cuándo no escribirla?

Hay que aclarar que existen tres tipos de subordinadas causales: explicativas (incorporan una explicación secundaria de por qué se ha producido el hecho expresado en la oración principal), de enunciado (expresan la causa real de algo y responden a la pregunta ¿por qué?) y de enunciación (introducen razones evidentes que confirman lo que ya se ha expresado con anterioridad y responden a la pregunta ¿por qué lo digo?).

Aclaremos primero dos cosas. Las subordinadas de enunciado no llevan coma antepuesta. Las subordinadas de enunciación sí necesitan de la coma. Y te damos dos ejemplos para que sea más claro todo.

Como podrás comprobar, la diferencia entre causal del enunciado y de la enunciación es clara, como lo es también cuándo debe escribirse la coma y cuándo no. Si aparece la causa real, no debe separarse del principio de la oración; mientras que, si la información es periférica y sirve para corroborar por qué el hablante dice lo que dice, entonces ambas partes de la oración irán separadas por una coma. ¿A que es fácil?

Pasemos ahora a las subordinadas explicativas pueden ir con coma o sin ella, dependiendo del contexto y del resto del mensaje.

Las subordinadas explicativas suelen escribirse entre comas. Pero cuando la subordinada introduce una explicación de por qué se ha producido el hecho expresado en la oración principal pero no su verdadera causa, y se pronuncia de corrido, sin variación en la curva melódica, puede escribirse sin coma, porque se puede interpretar como causal del enunciado. Entonces, las siguientes oraciones podrían considerarse ambas correctas.

Mientras que la diferencia entre causales de enunciación y enunciado es sencilla, no ocurre lo mismo con las causales explicativas, que tienen una extraña habilidad para hacerse pasar por otra cosa; por eso, debemos estar muy atentos. Pero si seguimos esta explicación, no es un asunto imposible de dominar.

Y hasta aquí nuestro capítulo sobre el uso apropiado de la coma. Si te quedan dudas, puedes dejarnos un comentario y trataremos de ayudarte a resolverla. Seguimos pensando y trabajando juntos para resolver las dudas y matices que surgen con el uso del lenguaje. ¡Disfruta de nuestro Taller Literario!