El presente artículo completa el repaso de los tiempos verbales que hemos realizado en el taller de Poemas del Alma. Ya hemos visto que los verbos presentan variaciones de acuerdo a la persona, el número, el modo, el aspecto y el tiempo, características que determinan la conjugación.
Hemos mencionado, por lo tanto, que la conjugación del verbo depende de su tiempo (presente, pasado o futuro), modo (indicativo, imperativo, subjuntivo), aspecto (pasivo, activo), persona (primera, segunda, tercera) y número (singular, plural).
En cuanto al tiempo verbal, se trata de un tiempo lingüístico cuya función es organizar el discurso. Esto lo realiza al situar los acontecimientos en un momento vinculado con el aquí y el ahora del habla.
En los casos en que la acción coincide con el momento en que se está hablando, se dice que el tiempo verbal está en presente («María juega con su mejor amiga»). Si la acción corresponde a un momento previo al presente de la enunciación, el tiempo verbal utilizado será el pasado («Ayer hablé con tu hermano»).
Hoy nos referiremos al tiempo verbal futuro, que se utiliza en los casos en que la acción aparece situada en un momento que aún no ha llegado («Me graduaré en tres años»).
El futuro presenta formas verbales simples y compuestas, tanto en el modo indicativo como en el modo subjuntivo.
Ejemplos de conjugación en tiempo futuro:
VERBO AMAR
Modo indicativo
Futuro: «Yo amaré», «Tú amarás», «Él amará», «Nosotros amaremos», «Vosotros amarais», «Ellos amarán».
Futuro perfecto: «Yo habré amado». «Tú habrás amado», «Él habrá amado», «Nosotros habremos amado», «Vosotros habréis amado», «Ellos habrán amado».
Modo subjuntivo
Futuro: «Yo amare», «Tú amares», «Él amare», «Nosotros amaremos», «Vosotros amareis», «Ellos amaren».
Futuro perfecto: «Yo hubiere amado», «Tú hubieres amado», «Él hubiere amado», «Nosotros hubiéremos amado», «Vosotros hubiereis amado», «Ellos hubieren amado».
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