Te cuento...
deox dijo:

Wow amigo...
donde rio suena es porque agua lleva como dicen...
y tu rio fluye, regalandonos termendas lienas...
que al chocar con mimar de sentimientos provocan un tsunami...

me ha encantado...
amor enmascarado de amor, no hay mas...

un placer leerte...abrazos acuaticos para ti...suerte

19 de septiembre de 2010 a las 03:46

Una pequeña historia de fe
nellycastell dijo:

Muy hermosa y sentida historia que conmueve Ivancito, me la llevo, un abrazo

18 de septiembre de 2010 a las 23:19

Una pequeña historia de fe
jorgeluisotero dijo:

asi es mi amigo a veces la ciencia se equivoca y la fe mueve montanas y dios pone su milagrosa mano , bellisimo .

abrazos

jorge

18 de septiembre de 2010 a las 21:17

Una pequeña historia de fe
Insomnioptera dijo:

... AHORA DE QUIÉN ESTARÁS HABLANDO, SERÁ A CASO DE VOS?.... nacer es la prueba más dificil... porque es la primera... será? pero sobrevivir la vida cuando todos ven muerte en lo que no ha llegado ni a mecerse es... milagrosamente heróico, heróicamente bello... y qué forma la tuya de contarlo... de recontarlo... de reconfortarlo.

"Hacerte venir vida, qué más puedo pedirte si me hiciste existir!!!!"
eres un ángel, o sabías oir a los ángeles, sea como sea.... fue...
ya sabes.

Abracísimos

18 de septiembre de 2010 a las 18:43

Una pequeña historia de fe
julio carbonero dijo:

CREEO QUE SI PERDEMOS LA FE,NOS PERDEMOS Y ANDAMOS ATIENTAS Y A CUESTAS,SIN ELLA HERMANO PREFERIBLE NO VIVIR.
BUENA REFLEXIÓN.UN ABRAZO.

18 de septiembre de 2010 a las 16:00

Una pequeña historia de fe
Henyer dijo:

Nunca dejas de sorprenderme!!

18 de septiembre de 2010 a las 14:43

Una pequeña historia de fe
Edmée Cobo Giancáspero dijo:

IVÁN, MI POETA

ESCRIBES HERMOSO, SE SIENTE BIEN LEERTE, LA FE MUEVE MONTAÑAS Y EXISTEN LOS MILAGROS.

FELICITACIONES

CARIÑOS Y UN ABRAZO



18 de septiembre de 2010 a las 13:40

Una pequeña historia de fe
Lucia Pastor dijo:

Bellisimas tus palabras y tan acertadas ,las madres y la fe mueve montañas. te felicito amigo mio.
un abrazo

18 de septiembre de 2010 a las 12:23

Una pequeña historia de fe
Maria Auxiliadora dijo:

Es una pequeña historia de fe tu poema, pero una gran verdad Ivan, comparto tu reflexión, aunque la ciencia "no me permita" creer en dogmas de fe, hoy con tu poema me mofo de ella -sonrisas-

Un beso.
Mauxi.

18 de septiembre de 2010 a las 10:16

Una pequeña historia de fe
luz dijo:

Así es!! Sabias palabras la de una madre.

Sabio y reflexivo poema.

Gracias!

Cálidos saludos



18 de septiembre de 2010 a las 07:45

Una pequeña historia de fe
jesus guzman dijo:

hermoso poema lleno de sabiduria... te felicito por tan buenos y profundos versos

18 de septiembre de 2010 a las 02:28

Una pequeña historia de fe
Luis Rayo dijo:

Excelente reflexión en tan bello poema, la fe mueve montañas, y yo lo creo, te envío un saludo mi estimado amigo y muchas felicidades, un abrazo,

luis

18 de septiembre de 2010 a las 02:13

Una pequeña historia de fe
Don Juan 00 dijo:

Como siempre amigo mio

una excelencia de poema

desde las 12:18 PM le digo que su poema es una obra

muy buena un abrazo

18 de septiembre de 2010 a las 01:16

Una pequeña historia de fe
Perozo rivero Miguel Oswaldo dijo:

Ivan, nada tan cierto...! La ciencia médica de hoy habla de del efecto psicosamático, para significar la causa de una enfermedad que se origina en la mente y se menifiesta en el cuerpo, y si eso es así, porque la curación, no puede también comenzar en la mente y restaurar el cuerpo... En el primer caso la "patología se origína en la psiquis". Si la fe es un acto profundo de la conciencia, -¿cómo serán sus efectos en el organísmo enfermo?. Tú nos diste una respuesta sabia que no admite prueba en contrario. Gracias Ivan por el Poema tan bello y por la lección de hoy....Mi abrazo de siempre...!

18 de septiembre de 2010 a las 00:59

Una pequeña historia de fe
Lidia dijo:

Ivan, que lindo poema, que lindo sentir tan sublime. Es una muestra de fe, es una enseñanza de que cuando la ciencia agota sus conocimientos, el poder divino de Dios es infinito.Un fuerte abrazo, Lidia.

18 de septiembre de 2010 a las 00:53