Comentarios recibidos en los poemas de Salva Carrion



¡Ay!, que lejos estás, mi marinero
David Arthur dijo:

Un buen soneto Salva

Saludos amigo poeta
David

19 de diciembre de 2024 a las 16:22

¡Ay!, que lejos estás, mi marinero
EmilianoDR dijo:

La playa trae tu nombre querido,
abrazo el azul con un beso herido,
por tu lejanía que en mi pecho arde.
Un placer leerlo estimado poeta gracias por compartirlo.

18 de diciembre de 2024 a las 20:59

¡Ay!, que lejos estás, mi marinero
JUSTO ALDÚ dijo:

Bien construido tu soneto. Tiene ritmo y fondo.
Saludos

18 de diciembre de 2024 a las 19:56

¡Ay!, que lejos estás, mi marinero
Carlos Eduardo dijo:

Alma marinera vuelve a puerto, donde esperan quienes quieren sentir tu aliento cerca, abrazarte para arrancarte un pedacito de tu corazón; tanto sabes, los demás tal vez poco comprenden lo profundo alcanzado dentro de ti en las largas travesías por la mar bañada de estrellas.

Un abrazo Salva Capitán poeta y amigo

18 de diciembre de 2024 a las 16:45

¡Ay!, que lejos estás, mi marinero
ElidethAbreu dijo:

Salva, que hermoso soneto que me sabe a salitre y viento.
Abrazos

18 de diciembre de 2024 a las 15:33

Muerte colibrí
JUSTO ALDÚ dijo:

Jo! Vaya soneto amigo.
Con sus licencias y todo tiene buen fondo.
Saludos


15 de diciembre de 2024 a las 21:06

Muerte colibrí
David Arthur dijo:

Hermoso poema en su tristeza Salva

Saludos amigo
David

15 de diciembre de 2024 a las 16:46

Muerte colibrí
Dr. Salvador Santoyo Sánchez dijo:

Ya no liba tu pico el néctar de la aurora,

ni tu vuelo veloz el bosque azul decora.

Buenas letras.

Saludos poeta amigo Salva Carreón

14 de diciembre de 2024 a las 22:54

Muerte colibrí
Carlos Eduardo dijo:

El colibrí en sí es un poema, también de por sí.

Lindo poema amigo, saludos Capitán Salva

14 de diciembre de 2024 a las 17:22

Con el gato, Schrödinger fija
Carlos Eduardo dijo:

El Canto IV de Altazor, con respecto a la manera en que el texto examina los límites epistemológicos, poéticos y probabilísticos de la certeza. Escribe Vicente Huidobro:

Qué hace la golondrina que vi esta mañana
¿Firmando cartas en el vacío?
Cuando muevo el pie izquierdo
¿Qué hace con su pie el gran mandarín chino?
Cuando enciendo un cigarro
¿Qué hacen los otros cigarros que vienen en el barco?
¿En dónde está la planta del fuego futuro?
Y si yo levanto los ojos ahora mismo
¿Qué hace con sus ojos el explorador de pie en el polo?
Yo estoy aquí
¿En dónde están los otros?
Eco de gesto en gesto
Cadena electrizada o sin correspondencias
Interrumpido el ritmo solitario
¿Quiénes se están muriendo y quiénes nacen
Mientras mi pluma corre en el papel?

Distinto y buen poema mi amigo, saludos Capitán

13 de diciembre de 2024 a las 18:32

Bajo el abrigo de la luna
EmilianoDR dijo:

Una sombra juega en el suelo,
y en mi pecho late el anhelo.
El momento crea un suspiro,
que reconforta mi respiro.
Gracias poeta por compartirlo un placer leerlo.
Saludos cordiales.

12 de diciembre de 2024 a las 19:45

Bajo el abrigo de la luna
ElidethAbreu dijo:

Salva, que tu luna te abrigue en noches estrelladas para que escriba tus poemas.
Gracias y abrazos.

12 de diciembre de 2024 a las 17:34

Bajo el abrigo de la luna
Carlos Eduardo dijo:

Una clara noche
de fiesta y de luna,
noche de mis sueños,
noche de alegría

¿era luz mi alma
que hoy es bruma toda,
no eran mis cabellos
negros todavía?,

el hada más joven
me llevó en sus brazos
a la alegre fiesta
que en la plaza ardía.

So el chisporroteo
de las luminarias,
amor sus madejas
de danzas tejía.

Y en aquella noche
de fiesta y de luna,
noche de mis sueños,
noche de alegría,

el hada más joven
besaba mi frente…
con su linda mano
su adiós me decía…

Todos los rosales
daban sus aromas,
todos los amores
amor entreabría.
ANTONIO MACHADO

Un abrazo Capitán amigo, SALVA

12 de diciembre de 2024 a las 17:31

En los tiempos de tinieblas
ElidethAbreu dijo:

Salva, tema cautivante y un cierre de oro..
Gracias y abrazos.

10 de diciembre de 2024 a las 16:09

Una oración del viento llega
Carlos Eduardo dijo:

«Los siglos, uno tras otro, gigantescos hermanos,
Diferentes por su suerte, semejantes en sus deseos,
Encuentran un fin parecido por caminos contrarios…»
VH

«Mañana, al alba…»
Mañana, al alba, cuando blanquea el campo,
Yo partiré. Mira, sé que me esperas.
Iré por el bosque, iré por la montaña.
No puedo permanecer lejos de ti más tiempo.

Caminaré, los ojos fijos en mis pensamientos,
Sin ver nada alrededor, sin escuchar ningún ruido,
Solo, desconocido, la espalda encorvada, las manos cruzadas,
Triste, y el día para mí será como la noche.

No miraré ni el oro de la tarde que cae,
Ni las velas lejanas descendiendo hacia Harfleur,
Y al llegar, pondré sobre tu tumba,
Un ramo de acebo verde y de brezo en flor.

Victor Hugo De: «Las contemplaciones» – 1856

Salva, un abrazo Capitán amigo

10 de diciembre de 2024 a las 09:10

Una oración del viento llega
EmilianoDR dijo:

La luna llena luce ufana,
sobre el verdor de la pradera;
la calma se siente cercana,
sobre tu negra cabellera.
Al alba rosa de mañana.

Salva me ha gustado todo, esta estrofa la repite me mente.
Saludos.

9 de diciembre de 2024 a las 18:52

Vamos a dormir
JUSTO ALDÚ dijo:

Cortito pero expresivo.
Saludos

9 de diciembre de 2024 a las 02:26

Vamos a dormir
Carlos Eduardo dijo:

El barco en llamas, de Jaroslav Seifert
Emprendí el camino al anochecer.
El que busca
suele ser esperado.
Al que espera, le encuentran.

Fui dejando detrás pequeñas ciudades dormidas,
rincones tejidos de hiedra,
donde quedaba aún algo de la música
de primavera,
hasta que me atrapó la noche.

En su oscuridad estalló una llama.
Alguien gritó:
¡Arde el barco!
La lengua apasionada de la llama
rozaba la desnudez del agua
y los hombros de la joven
temblaban de placer.

Bajo las nerviosas ramas del sauce
que daba sombra a la fuente,
en cuyo fondo se oculta la tiniebla
cuando hay luz,
vi a una joven.
Empezaba a amanecer.
Ella intentaba bajar del brocal
un cubo mojado.

Tímidamente le pregunté
si había visto la llama.
Me miró con sorpresa,
volvió hacia atrás la cabeza
y un momento después, dudando, asintió.

Saludos Salva Capitán

8 de diciembre de 2024 a las 16:57

Vamos a dormir
ElidethAbreu dijo:

A dormir amigo Salva!
Abrazos y gracias.

8 de diciembre de 2024 a las 16:48

En lo hondo de la noche más oscura
David Arthur dijo:

Muy sentido y triste tu poema Salva.

....En mi pecho, su recuerdo persiste,

la muerte no me borra lo vivido

de aquel querer que pervive latente

en mi alma, que sin ella ya he perdido....

Saludos amigo
David




8 de diciembre de 2024 a las 14:31

En lo hondo de la noche más oscura
JacNogales dijo:

¡Hemoso estimado Salva!
Un cordial saludo.

8 de diciembre de 2024 a las 05:56

En lo hondo de la noche más oscura
Carlos Eduardo dijo:

Q.E.P.D.
EL FINAL DE LA JORNADA Bajo una luz descolorida Corre, danza y se tuerce sin razón La Vida, impudente y vocinglera, Así, en cuanto en el horizonte La noche voluptuosa sube, Sosegándolo todo, hasta el hambre, Borrándolo todo, hasta la vergüenza, El Poeta se dice: ¡\"Finalmente\"! Mi espíritu, como mis vértebras, Implora ardiente el reposo; El corazón lleno de pensamientos fúnebres, Voy a tenderme de espaldas Envolviéndome en vuestros cortinados, \"¡Oh, refrescantes tinieblas!\" - Baudelaire

Saludos, afectísimo, Salva


7 de diciembre de 2024 a las 18:32

Bajo el sol radiante, altanero y fuerte
Carlos Eduardo dijo:

Saludos mi amigo, un gusto

ODA A LA ARAUCARIA ARAUCANA (Pablo Neruda)

ALTA sobre la tierra
te pusieron,
dura, hermosa araucaria
de los australes
montes,
torre de Chile, punta
del territorio verde,
pabellón del invierno,
nave
de la fragancia.

Ahora, sin embargo,
no por bella
te canto,
sino por el racimo de tu especie,
por tu fruta cerrada,
por tu piñón abierto.

Antaño,
antaño fue
cuando
sobre los indios
se abrió
como una rosa de madera
el colosal puñado
de tu puño,
y dejó
sobre
la mojada tierra
los piñones:
harina, pan silvestre
del indomable
Arauco.

Ved la guerra:
armados
los guerreros
de Castilla
y sus caballos
de galvánicas
crines
y frente
a ellos
el grito
de los
desnudos
héroes,
voz del fuego, cuchillo
de dura piedra parda,
lanzas enloquecidas
en el bosque,
tambor,
tambor
sagrado,
y adentro
de la selva
el silencio,
la muerte
replegándose,
la guerra.

Entonces, en el último
bastión verde,
dispersas
por la fuga,
las lanzas
de la selva
se reunieron
bajo las araucarias
espinosas.

La cruz,
la espada,
el hambre
iban diezmando
la familia salvaje.
Terror,
terror de un golpe
de herraduras,
latido de una hoja,
viento,
dolor
y lluvia.
De pronto
se estremeció allá arriba
la araucaria
araucana,
sus ilustres
raíces,
las espinas
hirsutas
del poderoso
pabellón
tuvieron
un movimiento
negro
de batalla:

rugió como una ola
de leones
todo el follaje
de la selva
dura
y entonces
cayó
una marejada
de piñones:
los anchos
estuches
se rompieron
contra la tierra, contra
la piedra defendida
y desgranaron
su fruta, el pan postrero
de la patria.

Así la Araucanía
recompuso
sus lanzas de agua y oro,
zozobraron los bosques
bajo el silbido
del valor
resurrecto
y avanzaron
las cinturas
violentas como rachas,
las
plumas
incendiarias del Cacique:
piedra quemada
y flecha voladora
atajaron
al invasor de hierro
en el camino.

Araucaria,
follaje
de bronce con espinas,
gracias
te dio
la ensangrentada estirpe,
gracias
te dio
la tierra defendida,
gracias,
pan de valientes,
alimento
escondido
en la mojada aurora
de la patria:
corona verde,
pura
madre de los espacios,
lámpara
del frío
territorio,
hoy
dame
tu
luz sombría,
la imponente
seguridad
enarbolada
sobre tus raíces
y abandona en mi canto
la herencia
y el silbido
del viento que te toca,
del antiguo
y huracanado viento
de mi patria.

Deja caer
en mi alma
tus granadas
para que las legiones
se alimenten
de tu especie en mi canto.
Árbol nutricio, entrégame
la terrenal argolla que te amarra
a la entraña lluviosa
de la tierra,
entrégame
tu resistencia, el rostro
y las raíces
firmes
contra la envidia,
la invasión, la codicia,
el desacato.
Tus armas deja y vela
sobre mi corazón,
sobre los míos,
sobre los hombros
de los valerosos,
porque a la misma luz de hojas y aurora,
arenas y follajes,
yo voy con las banderas
al llamado
profundo de mi pueblo!
Araucaria araucana,
aquí me tienes!

6 de diciembre de 2024 a las 17:02

Bajo el sol radiante, altanero y fuerte
ElidethAbreu dijo:

Gracias Salva por tu soneto.
Te he echado de menos.
Abrazos.

6 de diciembre de 2024 a las 16:30

Del cauce seco del río olvidado
Carlos Eduardo dijo:

Salva Capitán navegante de aguas profundas, hagamos un rampampam in crescendo, las nubes se agolparán a sembrar su simiente, volverán los peces, la frescura, el verde,...

Un afectuoso saludo


25 de noviembre de 2024 a las 18:05

Del cauce seco del río olvidado
EmilianoDR dijo:

Salva gracias por este poema. Tenemos tantas fuentes de aguas que ahora son desiertos.
Gracias por tu soneto.
Saludos.

25 de noviembre de 2024 a las 08:43

Contigo nunca sueño
Carlos Eduardo dijo:

“La razón de la sinrazón, que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”. Relata Cervantes que frases como estas, a las que sin cesar daba vueltas en su cabeza D. Quijote, le hicieron perder la cordura, ...

Un abrazo poeta SALVA

10 de noviembre de 2024 a las 10:48

Amar no es solo mirarse
rafa1 dijo:

que bella herencia, que buena poesía.

6 de noviembre de 2024 a las 22:05

Tu aroma a nubes
David Arthur dijo:

hermosas letras en tu poema de amor Salva

Un abrazo amigo
David


5 de noviembre de 2024 a las 12:02

Tu aroma a nubes
Carlos Eduardo dijo:

MAWTINIK:

Tengo abierta la ventana de mi alma hacia el azul celeste donde las nubes juegan con mi alma.

Escribo un poema de cielos inmensos con olor a lluvia sobre tierra mojada y sueño…

Sueño con claras ventanas abiertas al viento de glorias pasadas y … a nuevas promesas de nubes encantadas.

Escucho en la brisa que pasa -como las viejas piedras- de esperanza tranquila la canción de las almas.

Pienso en los mares de cielo por donde en sus velas blancas van como naves de espuma las promesas del alba.

¿Y tu… con que sueñas cuando las nubes cantan ?


Un abrazo poeta Salva

5 de noviembre de 2024 a las 09:38

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